Escribe: Lic. Néstor Ribotta - Psicólogo
Tener la oportunidad de detenerse a disfrutar de Toy Story 3, es un lujo que podemos darnos de tanto en tanto, cada vez que un gran estudio de producción como Pixar nos deleita con una obra maestra como esta historia de juguetes, que inició un nuevo modo de hacer cine para los más pequeños a partir de la saga Toy Story.
En la era del juguete pedagógico, de las tecnologías disciplinarias del universo psi, del aprovechamiento del tiempo con lógicas de utilidad práctica en un contexto de hiperconsumo, de la sobrevaloración del aprendizaje rápido en tiempos donde el mercadeo domina el juego infantil, entran en escena las historias de unos juguetes con conflictos existenciales, con crisis de valores, con miedos, dudas y muy pocas certidumbres a ofrecernos 100 minutos de genialidad artística, para conmovernos con quizás una de las experiencias más antiguas del lazo social, como es disfrutar de una historia notablemente contada plagada de aventuras, de amor, de odios, con pinceladas de thriller y comedia.
Paradójicamente, estos juguetes de tecnología digital de Toy Story 3 (en esta oportunidad) vienen a mostrarnos una aventura demasiado humana. Es decir, a recordarnos que los juguetes tienen vida, ¿quién puede dudar de eso?, que, ante cada situación compleja, las certidumbres previas sirven de poco y nada, que la salida de las crisis en cualquier comunidad es siempre colectiva, a mostrarnos cómo se puede inventar un saber hacer con las dificultades y las fallas, que los héroes no existen, a pesar de ellos mismos, porque algunos como Buzz Lightyear han soñado durante toda la saga ser un héroe, pero demostró ser demasiado vulnerable para eso.
Duelo
Esta película trata (entre tantas otras cosas) sobre el duelo, otra vez los de Pixar se meten con el paso del tiempo, el duelo de los juguetes a su dueño que ha crecido y se va a la universidad, el duelo del mismísimo Andy de sus juguetes y, particularmente, de su fetiche Woody. Duelo es dejar ir una pequeña parte de sí con el objeto perdido de modo irreversible, a secas.
Es notable en la época actual una característica de la vida cotidiana de los mayores y es aquella que se manifiesta por lo infantil que perdura en el adulto y que tiende a la repetición, ahí vemos a los adultos infantilizados repitiendo y buscando el placer siempre en las mismas cosas, con horror hacia a lo nuevo, con pánico a perder, nostalgiosos buscando el placer en la reiteración incesante de lo mismo. Los juguetes de esta saga vienen a mostrar lo irreversible del paso del tiempo, lo inútil de la persistencia caprichosa en conservar un lugar que ya no es de ellos. Hay que dejar ir.
Con quienes asistan a presenciar esta obra de arte, vamos a tener la posibilidad de poner en cuestión algunas preguntas sobre el asunto de la infancia y los tiempos del juego, la fantasía, la creación, el juego libre, las dudas, las preguntas por el ser del juguete, ¿cuál es el sentido de un juguete? ¿es de su dueño? ¿del que juega? ¿es de alguien? ¿qué es donar? ¿qué es dar? Yo propongo un punto de partida, en tiempos de juguete pedagógico, donde el niño sigue una lógica de aprendizaje, es decir sale de la escuela y sigue aprendiendo, como cuando termina el ciclo escolar y sigue en la “escuela” de verano, en este tiempo de aprender jugando, casi un oxímoron, ponemos a disposición esta historia de juguetes que se ofrecen como herramienta para el juego libre y la fantasía en tiempos de niños medicalizados e hiperocupados donde hasta sus juegos están reglados. Ante esa lógica, nos queda la ética de Buzz Lightyear, que cada vez que se lanza al riesgo de la aventura grita: hasta el infinito y más allá.
Se viene el cine-debate
El autor del artículo de opinión publicado en esta página, Néstor Ribotta, será el panelista el miércoles 17 de agosto en el inicio del ciclo de cine-debate organizado por la Comisión de Infancia de la Delegación Villa María del Colegio de Psicólogos.
La actividad fue concebida como “un aporte a la comunidad de Villa María y la zona” y se extenderá durante los meses de agosto, setiembre, octubre y noviembre, con películas relacionadas a la infancia y la adolescencia.
El comienzo será precisamente con la película Toy Story 3, en la fecha señalada, entre las 20 y las 22.30, en la Medioteca y Biblioteca Municipal Mariano Moreno.
Las proyecciones son para todo público. Se pueden retirar entradas sin cargo en Chile 823, de 10 a 13.
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