Villa María volverá a tener un equipo de Liga Argentina A1 en la temporada 2011-2012, que será el único representante de la ciudad que milita en la principal categoría de un deporte por equipos. Si bien quedan algunos detalles para definir, ya se conocen algunos aspectos para esta temporada, que llegará con algunos cambios, fundamentalmente desde la conformación dirigencial y los objetivos.
En principio, se especula que entre martes y miércoles se realice el anuncio oficial por parte del grupo de dirigentes que se ha sumado a colaborar con esta iniciativa, que cuenta con el apoyo del Ente Deportes y Turismo, los institutos Rivadavia y Trinitarios y la Universidad Nacional de Villa María, entre otros.
Si bien en el ascenso y en las dos pasadas temporadas en A1, la ciudad estuvo representada por una entidad que estatutariamente se denominó Villa María Sports, esta utilizó como nombre de fantasía el de “SOS Villa María” (por la firma que fue uno de sus principales patrocinantes o directamente Villa María Vóley). En esta oportunidad, para buscar otro tipo de estructura y por contar con nuevos dirigentes se ha conformado un nuevo club, que está completando en las próximas horas distintos aspectos legales que lo habiliten para jugar la próxima liga.
La nueva figura jurídica tendrá como denominación Villa María Vóley, por considerar que ya es una “marca registrada” para la ciudad y su primer presidente será Omar Regueira, un dirigente local que se involucró en la comisión de Apoyo y ha estado colaborando intensamente para salvar el proyecto.
En la jornada de ayer y durante este fin de semana, habrá varias reuniones preparatorias en la ACLAV (Asociación de Clubes de la Liga Argentina de Vóley), responsable de la organización de la Liga Argentina.
En la presentación de la próxima semana, será conformado Juan Manuel Cichello como el entrenador, acompañado por Fernando Badrán, Claudio Coria y René Luna.
La nueva estructura dirigencial buscará corregir distintos errores del proyecto que casi naufraga a comienzos de este año, fundamentalmente por inconvenientes administrativos y financieros, que impidieron contar con una mejor logística y atrasos en los haberes de todo el plantel.