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Creedence, liderado por John Fogerty |
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Apenas terminada la década del ‘60, los conjuntos musicales que gozaban de cierto privilegio a la hora de ser elegidos por la inmensa mayoría de adolescentes de todos los puntos cardinales, comenzaban a competir para iniciar con vigor artístico-musical, la década siguiente. No pocos atesoraban la ilusión de convertirse en auténticos sucesores de Lennon y compañía, allá por abril de 1970. Durante aquel período inicial de la década, cuando el rock se había diversificado a través de diferentes modos de expresión, esta banda de la que me ocupo en esta entrega, representaba la alternativa comercial de lo primitivo encadenado a los cimientos del rock and roll. Los Creedence Clearwater Revival, formaron con sus discos sencillos (los singles), un verdadero baluarte ante la imparable ofensiva del LP como obra conceptual. Los liderados por John Cameron Fogerty, constituyeron durante años el espejo de miles de grupos anónimos e ilusionados. Eran cuatro descarados jóvenes de Berkeley (California), alejados de los sofisticados ambientes de San Francisco y Los Angeles, que tocaron juntos durante 13 años y tuvieron en el citado Fogerty, su guía y su elemento de proyección posterior. El conjunto se completaba con Tom Fogerty (hermano de John), Stu Cook y Douglas Clifford. En principio se presentaron como los Blue Velvets. En el ‘64, comienzan a relacionarse con el sello discográfico "Fantasy Récords", una grabadora pequeña especializada por aquél entonces, en jazz. Más adelante tuvieron un breve período donde se presentaban como The Golliwogs, por decisión del sello mencionado. Ya entrada la década del ‘70, se afirman como los Creedence y continúan con una carrera que va a extenderse durante casi 4 años más. En total, sumando las tres etapas con sus diferentes rótulos de identidad como grupo de música pop, abarcaron los casi 14 años de éxitos y conquistas de diversos mercados en el mundo entero. Algunos temas de Dale Hawkins fueron los disparadores para la obtención de los primeros sitios del top ten. Pero, Fogerty y Cía., también consumaban como compositores y músicos, la talentosa impronta creativa de quienes están hechos para ocupar los elípticos escenarios de la fama. El paso del tiempo arrojó una producción de seis larga duración (los LP), con el calcado estilo que se haría inconfundible con los años, fenómeno que no se ha inmutado y que persiste en la actualidad cada vez que suena algo de los Creedence. Los "riff" de John Fogerty, guitarra rítmica, armoniquista, voz principal y mentor de la banda en cuestión, eran sólo el comienzo de nuevos y pegadizos sonidos que conquistaban a la gran mayoría y que incitaban a bailar intensamente. El desarrollo de su estilo no se limitaba a las ortodoxas corrientes de esos tiempos, es decir de el rhythm and blues, rock and roll o de el country.
El cuarteto tomaba elementos varios de esos estilos citados precedentemente, para elaborar unas canciones sencillas y espesas, donde una voz áspera proyectaba con su perfil testimonial y cautivante, un puñado de letras melancólicas y a la vez esperanzadoras. Proud Mary (conocida aquí como "orgullosa mary") se instaló como paradigma de esta línea musical. El mejor año para el conjunto fue 1969, lapso en el cual editaron tres long play, a saber, "Bayou Country", "Green River" y "Willie and the poor boys". Ocuparon a partir de ese instante, los principales espacios de las listas de consagrados, participaron en multitudinarios festivales y se convirtieron en oficiosos en indiscutibles reyes de las emisoras de radio. Más adelante, llegaron a las góndolas de las tiendas de discos, los dos últimos elepés de la banda californiana, "Cosmos Factory" y "Pendulum", con el masivo éxito que supuso "travelin band" ("banda viajera"). Para el epílogo queda la separación de Tom Fogerty del grupo, situación que obligó a su hermano John a rearmar la agrupación para una nueva etapa, formación que pasó a presentarse como trío para enfrentar una gira mundial antes de ingresar al estudio de grabación para parir el primer y único LP de su reducida expresión musical, el titulado "Mardi Gras" en el que John Fogerty, Stu Cook y Doug Clifford, se repartieron el trabajo de componer y cantar. Era el preludio de una separación impostergable. Para John la historia debía proseguir y en consecuencia avanzó con su carrera profesional en calidad de solista.
Nuestro deporte en los '70
Nuestra semblanza local, no necesariamente tiene connotación con lo musical, sino que, por el contrario, refiere a lo deportivo. Durante los ‘70, los clubes locales y algunas instituciones de la región, llegaron a conformar y a promover a un estupendo grupo de nadadores de innegable destreza deportiva... sobre todo si se considera que sólo entrenaban durante los meses de verano, porque no existían las piscinas techadas. Luego llegaría la pileta de las Hermanas Rosarinas con infraestructura acorde, pero por razones de índole diversa, no podía albergar los sueños de tantas incipientes promesas deportivas. Recuerdo los nombres y apellidos de algunos destacados de esta completa y sana disciplina, Jorge Manzanares, Gustavo Gutiérrez, Juan Carlos Massiero, Jorge Gianinetto, los hermanos Arana, Guillermo Sagín, Jorge Machado, entre tantos otros y los clubes, Central Argentino, Sport Social, Independiente de Oliva, las delegaciones de Oncativo y el colegio de las Rosarinas. La confraternidad a través de aquellas jornadas deportivas, consolidó estos atesorados recuerdos que hoy puedo compartir con nuestros lectores
Atilio Ghezzi
Especial para EL DIARIO
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