A lo largo de seis horas y media de audiencia de debate, otros ocho testigos comparecieron ayer en la Cámara del Crimen de Villa María donde está siendo juzgado Gabriel Germán Miranda (40) por el asesinato a puñaladas del comerciante Aldo Ambrosio Rimoldi (58), ocurrido el 21 de abril de 2009 en barrio Ameghino de esta ciudad.
Nuevamente en doble jornada, desde las 10 hasta las 13.30, y desde las 16.50 hasta casi las 20, el tribunal y las partes escucharon los testimonios de cuatro médicos (tres de ellos, cirujanos del Hospital Pasteur), dos efectivos policiales de la Unidad Departamental General San Martín, una vecina del negocio que explotaba la víctima en López y Planes y Jujuy, y un amigo y ex socio del acusado en la firma cerealera propiedad de su padre, el ex futbolista y ex entrenador de Alumni, Iván “Nene” Miranda.
Lo más relevante
Los testimonios más relevantes de la jornada fueron los aportados por el agente Sebastián López y el comisario Fabián Gutiérrez, como así también la declaración del médico cirujano Pablo Valle, en su caso por la descripción clara y concisa de las lesiones que presentaba Rimoldi al momento de ser intervenido quirúrgicamente en el nosocomio público de calle Mendoza.
En efecto, el agente López refirió que fue el primero en llegar al negocio del comerciante apuñalado, luego que dos vecinos avisaran a la Policía sobre un presunto asalto, tras escuchar los desesperados pedidos de auxilio de la víctima.
El funcionario, acompañado por la cabo Carina Córdoba, arribaron en un móvil del Comando de Acción Preventiva (CAP) y al asomarse por la ventana, vio a Rimoldi como si estuviera arrodillado contra una pared.
De inmediato fue por el frente del inmueble y de dos patadas rompió la puerta de madera para poder entrar. Allí advirtió que el comerciante se había arrastrado unos metros hacia una habitación, todo ello en medio de grandes manchas de sangre.
Momentos después llegaron los refuerzos policiales y efectivos del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, que auxiliaron a Rimoldi y lo trasladaron de urgencia al Hospital Pasteur.
“¡Matenmé!”
López indicó que detuvo a Miranda sin que éste opusiera resistencia y que cuando lo llevaba a la Comisaría de Distrito, se lamentaba diciendo a viva voz: “¡Cómo pude hacer esto… matenmé, matenmé!”
Finalmente, el agente relató que en el lugar se encontró un maletín que contenía un sello de la firma “Miranda Semillas SRL” y un pedazo de sábana, todo ello perteneciente al acusado, mientras que en el depósito del inmueble se halló un cuchillo similar al que Rimoldi tenía clavado en la espalda.
Posteriormente testimonió María Laura Blanco de Geisa, domiciliada frente al negocio de Rimoldi, quien junto a otro vecino del lugar (Roberto Pagani, que declaró el lunes) escuchó la voz de auxilio del comerciante.
La mujer dijo que tras abrir la persiana vio a Rimoldi en el suelo, malherido, y que junto a su vecino llamaron a la Policía para alertar lo que ellos suponían se trataba de un asalto.
“Fue Miranda”
El tercer testigo de la audiencia matinal fue el comisario Fabián Gutiérrez, quien aquel 21 de abril de 2009 estaba como superior de turno, a cargo de todas las comisarías del Departamento.
El funcionario dijo ayer que se anotició del hecho por la radio policial, por lo que decidió concurrir al lugar de inmediato para tomar cartas en el asunto.
Al llegar se puso al lado de Rimoldi y le pregunta qué le había pasado, a lo que el comerciante, muy malherido, pero aún con vida, le respondió: “Fue Miranda… está ahí adentro”, y le señaló un pequeño patio de luz. Fue ahí cuando el agente López vio a Miranda en ese sector de la vivienda, semioculto, y procedió a detenerlo.
El comisario Gutiérrez describió que había un gran desorden en la casa y que todo marcaba que había habido una pelea. Asimismo, refirió que en el depósito vio un celular y un cuchillo, elementos que fueron secuestrados.
El último testigo de la jornada matinal fue el médico policial Javier Rojo, quien relató que enterado del hecho de sangre se dirigió hasta el Hospital Pasteur a los efectos de interiorizarse de lo sucedido.
En el centro asistencial de barrio Lamadrid confeccionó el certificado médico con las lesiones que presentaba Rimoldi. En tanto, durante la audiencia de la víspera le hicieron interpretar y leer la historia clínica.
Rojo dijo además que estuvo en el quirófano donde fue intervenido quirúrgicamente Rimoldi aquella noche, aunque refirió que no participó de la operación.
Por la tarde...
Apenas se reanudó el debate, en horas de la tarde, el tribunal rechazó un planteo de nulidad de la autopsia que por la mañana había presentado la Defensa de Miranda, e inmediatamente después comenzó a receptar los cuatro testimonios convocados para la ocasión.
En primera instancia compareció Diego Martín Gardella, un amigo del acusado de hace más de 25 años, quien admitió haberle “prestado su firma” para integrar un contrato societario en la empresa “Miranda Semillas SRL”.
Sin embargo, Gardella aclaró que ya no tenía nada que ver con la firma y que eso había ocurrido hace unos ocho años. Asimismo, dijo que nunca había visto pelear al acusado.
Luego declararon, sucesivamente, los médicos cirujanos Héctor Ramallal, el ya mencionado Pablo Valle y Jorge Lozita, quienes el día del hecho, entre las 21 y la medianoche, intervinieron quirúrgicamente de urgencia a Rimoldi en el quirófano del Hospital Pasteur.
Los tres, de manera coincidente, refirieron aspectos estrictamente médicos sobre el tipo de lesiones que observaron en distintas partes del cuerpo de la víctima, y las tareas profesionales que debieron llevar a cabo para salvarle la vida (aunque más no fuera de manera provisoria) ya que se trataba de un paciente que presentaba un cuadro de extrema gravedad.
Con 29 heridas
En efecto, según la autopsia Rimoldi recibió 29 heridas punzo-cortantes, 20 de ellas superficiales y nueve profundas. De estas últimas, una le produjo una lesión cardíaca que a la postre terminó siendo letal; otra le interesó la vena subclavia izquierda (debajo del hombro, a la altura del homóplato), y una tercera produjo un hemoneumotórax del lado izquierdo al recibir una puñalada por la espalda.
Los tres facultativos describieron la escena como un “objeto empalado”, es decir que recibieron al paciente con el cuchillo totalmente clavado, del cual sólo se veía el mango de madera. Al retirarlo durante la operación, constataron que la hoja tenía 15 centímetros de largo.
Sin embargo, tanto Ramallal como Valle y Lozita coincidieron en referir que la herida letal fue la que ingresó por el pecho y que lesionó el corazón. De igual modo, dijeron que de no haberlo intervenido quirúrgicamente, Rimoldi no habría sobrevivido más de 20 ó 30 minutos.
Clara exposición
Los tres cirujanos explicaron con particular claridad los aspectos descriptos en la denominada “foja quirúrgica”, una especie de reseña de las tareas realizadas durante la operación, aunque el doctor Valle fue especialmente pedagógico en su exposición.
Para ello se valió de un gráfico con figuras humanas aportado por el tribunal, sobre el cual no sólo fue marcando con un fibrón los lugares donde se encontraron las heridas más graves en el cuerpo de Rimoldi, sino que detalló minuciosamente (y con lenguaje claro y comprensible para jueces, jurados y el público) cómo se realizó la intervención.
En tanto, los tres profesionales coincidieron en destacar que, pese a los ingentes esfuerzos realizados aquella noche en el quirófano, poco y nada pudieron hacer para salvarle la vida a Rimoldi porque su estado, tras la operación, era sumamente delicado: tenía la tensión y la temperatura bajas y sangraba mucho.
El cuadro de gravedad que presentaba, Ramallal y Valle dijeron que tenía una mortalidad superior al 80% ó 90%, mientras que para Lozita era del 100%.
Aldo Rimoldi falleció a las 5.25 de la madrugada del 22 de abril, producto de un shock hipovolémico, una afección en la cual la pérdida severa de sangre y líquido hace que el corazón sea incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo.
Sigue a las 9
La tercera audiencia de debate continuará hoy, desde las 9, nuevamente en doble jornada, y para esta oportunidad el tribunal dispuso que comparezcan otros seis testigos, entre ellos un abogado y algunos contadores vinculados a la empresa “Insumos Villa María SC”, propiedad de la víctima.
Mañana jueves no habrá audiencia, mientras que para el viernes está previsto realizar una inspección judicial en el inmueble donde se produjo el sangriento episodio.
Epígrafes: 1) El abogado defensor Eduardo Rodríguez (h) dialoga con Gabriel “Lagarto” Miranda, durante uno de los cuartos intermedios. El juicio es intenso y hoy continuará en doble jornada
2) El tribunal está presidido por el camarista René Gandarillas y lo acompañan sus pares Silvia Saslavsky de Camandone (a la izquierda de la imagen) y Liliana Cuevas de Atienza
3) El médico cirujano Pablo Valle fue claro y sumamente pedagógico con su explicación sobre las lesiones que sufrió Aldo Rimoldi, como así también del tipo de intervención que realizó asistiendo a su colega Jorge Lozita, junto a Héctor Ramallal
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