Escribe: Jesús Chirino
En 1933 una comisión presidida por el vicepresidente de la Nación Julio Argentino Pascual Roca (1873-1942), hijo del ex presidente Julio A. Roca, firmó el denominado Pacto Roca – Runciman entre nuestro país e Inglaterra. Repasamos aquí una visita que ese político conservador hizo a Villa María y Villa Nueva.
Tren especial
Políticamente Roca (hijo) actuó en el conservador Partido Autonomista Nacional (PAN) que fundara su padre. Cuando esa organización política se disolvió pasó a militar en el Partido Demócrata Nacional. Antes de asumir en 1932 como vice del presidente del “fraude patriótico”, Agustín P. Justo, ocupó diferentes cargos en los poderes del Estado entre los que se destaca el de gobernador de la provincia de Córdoba en el período 1922-1925. Ejerciendo esa función realizó la visita que aquí comentamos.
A las 9,30 del 6 de octubre de 1924, desde la estación ferroviaria del Central Argentino en la capital provincial, partió el tren especial dispuesto por la Sociedad Rural de Córdoba para el traslado de los invitados a la 30° Exposición Feria de Villa María. Aquella mañana nublada y fresca, las trescientas personas viajaron de manera confortable en el servicio ferroviario especial que incluía varios coches comedores y uno reservado para el gobernador provincial y su comitiva. Entonces nadie sospechaba que el hombre que tenía a su cargo el Poder Ejecutivo provincial, y viajaba en aquel tren, pocos años después firmaría lo que sería uno de los acuerdos internacionales más dañosos en los que estuvo involucrada la Argentina.
30° Exposición y Feria
Puede leerse en el diario Los Principios, en su edición del lunes 7 de octubre de 1924 y posteriores, que por entonces la Sociedad Rural de Córdoba era presidida por el senador provincial Manuel S. Ordóñez, siendo su vicepresidente el senador Modesto Moreno, conocido hombre político de esta región. Según el citado medio de prensa la inauguración de la 30° Exposición Feria de Villa María “resultó en extremo concurrida y brillante como torneo ganadero”. Es de destacar que en la exposición no sólo se dio cita lo mejor del ganado, sino que también se exhibieron máquinas e implementos agrícolas, algunas “en movimiento”. El certamen contó con un importante apoyo del Gobierno provincial expresado mediante la presencia del gobernador Julio A. Roca y sus ministros de Hacienda y de Obras Públicas, Luis Achával y Daniel E. Gavier respectivamente. También el subsecretario de Obras Públicas, Granillo Barros integró la comitiva cordobesa que en tres horas llegó a la estación ferroviaria de Villa María. Fueron recibidos por vecinos junto a algunas autoridades locales y departamentales, integrantes de la Sociedad Rural y, entre otros, el político conservador Mariano P. Ceballos.
Brindando con champán
Al descender del tren los viajeros pudieron escuchar los sones de las piezas musicales interpretadas por la banda. Luego se trasladaron hasta la sede del Club Social donde el gobernador platicó con exponentes del sector acomodado de la sociedad local. Los anfitriones consideraron que la circunstancia era propicia para el brindis con una copa de champán. Al rato, en varios automóviles, Roca y comitiva fueron trasladados hasta las instalaciones de la Sociedad Rural. Primero ingresaron al edificio de oficina contiguo a las tribunas que daban a la pista de exhibición donde se expondrían los animales representantes de lo mejor de la ganadería de la Córdoba y provincias vecinas que desde ediciones anteriores participaban de la muestra villamariense enviando importantes rodeos. Según la prensa, la exposición de 1924 fue un éxito y la gran concurrencia de público era producto de la participación de “personas de otras actividades que han concurrido deseosas de presenciar esta fiesta verdaderamente rural que tiene en su trascendencia un vínculo estrecho con nuestra economía”. Luego de dejar inaugurada la muestra, Julio Roca y acompañantes se dirigieron a la vecina Villa Nueva donde los recibió el intendente Juan López Castro. En la Intendencia tomaron otra copa de champán y una comisión del Colegio de la Inmaculada Concepción ofreció un ramo de flores naturales a Roca. La señorita Sara Pereyra fue la encargada de hacer la entrega y pronunciar las conceptuosas frases que el obsequiado agradeció. El gobernador también visitó la escuela Sarmiento, dirigida por Amadeo Austher, y la Jefatura política donde según escribió el cronista de Los Principios “Roca ordenó que fueran puestos en libertad todos los detenidos que se encontraban allí por infracciones comunes”.
Las palabras
En el discurso que Ordóñez dio en la apertura de la muestra, entre otras cosas, señaló: “la que inauguramos en este momento figura dignamente, en el cuadro general de los concursos que acaban de realizarse en la capital de la República y en otras provincias, donde ha podido verse que no se detiene el progreso de la gran industria y lejos de eso adquiere mayor expansión, dando vida a numerosas industrias derivadas que están sustituyéndose a la producción extranjera…”. Luego habló el gobernador Roca que señaló: “Señores: al declarar oficialmente inaugurada esta exposición, cábeme expresar la intensa satisfacción con que se ha contemplado los grandes progresos realizados por Villa María, uno de los centros de más fecunda actividad de la provincia, llamada a ser por su posición geográfica, por la calidad de su suelo, por la condición de su población y por la vasta red de comunicaciones de que es centro, una de las más importantes y hermosas ciudades de la extensa llanura cordobesa.”
Refiriéndose a lo político el gobernador habló del rol de la Nación y el de las provincias. Si bien sostuvo que la suerte de las industrias dependía de las leyes y las políticas económicas nacionales, manifestó que a las provincias les quedaba una vasta tarea “por la acción de las leyes tutelares de protección y de estímulo que tiendan a perfeccionar el mecanismo rudimentario de sus grandes industrias…”. Otro punto interesante del discurso de Roca es cuando destacó que superada la crisis que había afectado el sector ganadero debía recogerse “como preciosa enseñanza, para las horas de infortunio y desaliento, el recuerdo de la forma en que ella se ha resuelto por obra de las condiciones universales que presiden la existencia de la industria y de la sana orientación a que se ha ajustado la conducta de los ganaderos argentinos”.
Es decir habló tanto de medidas proteccionistas como de la necesidad de ajustarse a la dinámica de la economía internacional. El primer punto fue abandonado totalmente cuando firmó el pacto Roca – Runciman, poco beneficioso para la Argentina en general. Si bien existieron presiones de los criadores e invernadores de la Sociedad Rural de Buenos Aires, la evolución del firmado por la comisión que negoció el tratado, que también integró otro cordobés como fue el caso de Miguel Angel Cárcano, mostró que los beneficiados fueron los frigoríficos extranjeros.
Regresando a la visita de Roca a la exposición en Villa María. Ese día, a las 17,30, el tren partió hacia Córdoba llevando al gobernador que pocos años después pondría su rúbrica en el pacto que haría decir al inglés William Barton: “Argentina hace tiempo que es prácticamente una colonia británica”.
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