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| “No tengo miedo, pero estaré alerta”, dice Mariana |
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A mediados de setiembre, una villamariense se convertirá en la primera argentina en integrar una misión de paz del Consejo Mundial de Iglesias en Palestina.
Mariana Maldonado, estudiante de Relaciones Internacionales y voluntaria de la Fundación Kairos, conformará el grupo número 41 que envía el mencionado consejo al convulsionado sector de Medio Oriente en calidad de "acompañante ecuménico".
Como tal, la joven de 26 años, permanecerá 3 meses en ciudades como Jerusalén y Belén, participando en marchas por la paz, y también acompañando a la población en tareas cotidianas, tales como el transitar de los niños palestinos a las escuelas. Según explicó, en ocasiones los soldados israelíes maltratan a los escolares.
Mariana se prepara para el viaje desde hace varios meses, capacitándose en historia y en cómo comportarse en una situación de conflicto.
No obstante, aclaró, que "en los 10 años que lleva el Programa Ecuménico de Acompañamiento en Palestina e Israel (PEAPI), nunca se ha producido una situación de violencia contra los acompañantes". El objetivo del programa es desmontar los asentamientos israelíes en zonas palestinas. Pese a ello, dijo que "el Gobierno de Israel permite nuestro ingreso y no nos molesta".
La joven villamariense, de confesión evangélica, admitió que "con nuestras acciones no creo que modifiquemos las mentes de los líderes, pero sí notamos efectos positivos en la vida cotidiana de le gente. Cuando estamos nosotros, el ejército israelí se cuida de cometer excesos".
Observó que "el conflicto palestino-israelí aparenta continuar a mediano plazo. Habrá que ver cómo se resuelve la interna entre Al Fatah y Hamás, y qué efecto tiene el pedido de reconocimiento al Estado palestino ante las Naciones Unidas".
"No tengo miedo, pero sí estaré alerta, porque es una zona de conflicto", admitió, y recordó que mientras su familia la apoyó de inmediato para viajar, no ocurrió lo mismo con su novio, muy reticente a que ella concretara el viaje. "No podía desperdiciar esta oportunidad, sobre todo por mi vocación pacifista", enfatizó. Otras labores de los acompañantes son “asegurar que las barreras de los “chekcpoints” (puntos de control) entre cada ciudad se abran a la hora estipulada, reportar violaciones de Derecho Humanos, etcétera. Una parte importante del programa es la parte posterior al viaje, en la que cada acompañante ecuménico debe contar lo que vio con sus propios ojos en distintos foros y en las iglesias.
Cada año, el PEAPI envía unos cien acompañantes ecuménicos procedentes de diferentes países a las comunidades vulnerables de Palestina con la misión de protegerlas, mostrarles solidaridad y defender sus causas. Los acompañantes ecuménicos también acompañan al movimiento israelí por la paz en sus actividades.
El proyecto coordina, coloca, supervisa y capacita a los acompañantes ecuménicos y los estimula a empeñarse, junto con los coordinadores nacionales, en actividades de sensibilización a su regreso a los países que les enviaron. Por medio de la labor de los acompañantes ecuménicos y sus asociados locales, el PEAPI pone en evidencia la violencia de la ocupación y las violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario y aboga por el fin de esta situación.
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