La madre de Gabriel Germán Miranda afirmó ayer que desde que su hijo fue detenido por el homicidio de Aldo Ambrosio Rimoldi está “sufriendo un infierno que solamente Dios sabe” y descartó de plano que se trate de un individuo que “cosifique” a las personas o que no se interese por los demás, como lo indicaron las peritos psicólogas que evaluaron la conducta del acusado.
Marta Nélida Silva negó enfáticamente que su hijo sea una persona violenta y destacó de manera puntual que “siempre se caracterizó por ser un muchacho por demás solidario, porque consideraba -dijo- que había que ayudar a los demás cuando estaban en problemas”.
Respecto de la situación procesal por la que atraviesa Miranda desde el 21 de abril de 2009, cuando fue detenido por el sangriento episodio que le costó la vida a Rimoldi, Silva relató que lleva “un infierno de dos años y no sé cuántos meses, que solamente Dios sabe”.
“Siempre fui una madre presente, y más que madre e hijo fuimos amigos”, indicó la mujer en otro pasaje de su testimonio, que prestó por espacio de apenas 15 minutos, aunque de manera clara y contundente.
Con el dolor presente en cada una de las palabras que pronunció, pero sin quebrarse jamás, Silva compareció en la sala sin la presencia de su hijo en el banquillo de los acusados por expreso pedido del propio Miranda, quien en el mismo momento que su madre ingresaba a la sala le solicitó a su defensor que lo retiraran del recinto.
Fue entonces cuando se produjo un episodio que conmovió a propios y extraños. Mientras Miranda era llevado por personal del Servicio Penitenciario, el abogado Eduardo Luis Rodríguez se emocionó profundamente y sus ojos se llenaron de lágrimas.
El presidente del tribunal, René Gandarillas, advirtió la situación y dispuso un cuarto intermedio que le permitió al letrado reponerse del angustiante momento vivido.
Ocurre que Rodríguez y Miranda, además de ser abogado y cliente, son amigos íntimos ya que mantienen una relación afectiva desde hace 34 años.
Se conocieron en el club Alumni en 1977, cuando los padres de ambos, el también abogado Eduardo Alberto “Lalo” Rodríguez y el ex futbolista y ex entrenador del equipo Albirrojo, Iván “Nene” Miranda, comenzaron a transitar juntos la vida deportiva e institucional de la entidad de calle Mendoza.
“Muy querido”
Cuando se reanudó el debate, y a pedido de la Defensa, la progenitora del comerciante de 40 años, acusado como presunto autor de “homicidio simple”, indicó inicialmente que “Gabriel fue criado en un ambiente familiar normal” y que fue “un hijo deseado y muy querido, al igual que su hermano”.
“De niño fue muy tranquilo y muy bueno. Jamás me llamaron de la escuela, ya sea de la primaria o del secundario, porque no se integrara o fuera agresivo con sus compañeros”, añadió Silva, y agregó que “tal vez era un poco vago para estudiar, pero eso no lo hacía mala persona”.
Luego refirió que le enseñó a rezar de niño y a respetar a las personas. “Le enseñé los Mandamientos, no sé si todos, pero seguro el que dice no matarás”, aseguró la mujer. Y continuó: “Nunca tuve necesidad de ponerle una mano encima porque siempre me entendió”.
Dijo también que “lo último que haría sería mentir sobre mi hijo”; aseguró que Gabriel “fue mi amigo, mi confidente, mi pilar y mi sostén económico”, y que “siempre me vino con la verdad, porque es lo que yo le enseñé”.
Sobre el final de su testimonio, Silva enfatizó que “en ningún momento (su hijo) ejerció violencia con nadie; al contrario, era completamente solidario, porque consideraba que había que ayudar a los demás cuando estaban en problemas”.
Un blooper y un par de traspiés
Apenas empezó la audiencia de la víspera, quinta desde que comenzó este proceso oral y público, el abogado de la Querella, José Luis Bertoldi, reclamó que no se había incluido en un acta que le alcanzaron para que firmara, un pedido formulado por él para que se incorporara al debate la autopsia obrante en el expediente.
Cuando el presidente del tribunal estaba a punto de pedir las disculpas del caso por lo que parecía ser una grave omisión, el secretario Roberto Jue le indicó al querellante que su requerimiento sí estaba incluido, sólo que Bertoldi lo había pasado por alto al analizar dicha acta.
Instantes después, el mismo secretario dio lectura a dos resoluciones del tribunal, mediante las cuales no se hizo lugar a un pedido de inconstitucionalidad del artículo 388 del Código Procesal Penal de la provincia de Córdoba que había solicitado Bertoldi en la audiencia del martes, y rechazó un recurso de reposición interpuesto por el mismo letrado respecto de la incorporación de dos testigos requeridos por la Defensa, que fueron admitidos.
Por otra parte, el tribunal designó a la perito calígrafo oficial Mara González para que analice unos escritos hallados entre las pertenencias de Rimoldi a los efectos de comparar la letra con una escritura que se encuentra en la Escribanía Alleman. Asimismo, la Defensa propuso como perito de parte a Romina Carlés.
Otros testigos
Además de la madre de Miranda, también declararon ayer otros cuatro testigos de descargo, es decir convocados por la Defensa.
En primer término compareció el odontólogo Eder Eugenio Facundo Chiappero, amigo de la infancia del acusado. Sobre él dijo que era “un excelente compañero”, compartieron toda la escuela secundaria en el Rivadavia (Promoción 1987), aseguró que “jamás peleó con nadie” y lo graficó indicando que “más bien pasaba por cagón”.
Luego declaró Juan Carlos Bustos, empleado de la firma “Miranda Semillas SRL” desde hace 32 años (desde antes del año 2000 la firma se llamaba “Daré y Miranda”), donde actualmente se desempeña como encargado de galpón.
Dijo que conoce a Gabriel desde hace tres décadas y que es habitual que quienes trabajan con semillas lleven caladores. También refirió haber visto una sola vez a Rimoldi en la empresa, pero negó conocerlo personalmente.
A criterio del querellante, Bustos incurrió en contradicciones con algunos dichos del testigo Diego Gardella, que declaró la semana pasada, y pidió que se giren los antecedentes al fiscal de Instrucción de turno para que se investigue si incurrió, o no, en el delito de “falso testimonio”.
Más tarde compareció en la sala Armando Luis Biasi, un comerciante dedicado a la elaboración de cuajo que, además, es primo hermano de Iván Miranda y amigo de Gabriel.
Biasi dijo haber compartido una cena organizada por el Rotary hace unos cuatro o cinco años en La Bodega, en Villa Nueva, a la que asistieron el acusado y la víctima, y para confirmar su aseveración acompañó una fotografía en la que todos aparecen alrededor de una mesa, incluida la pareja de Miranda, Carina Soledad Villalba.
El testigo refirió que iba a la semillería de sus parientes muy seguido “a tomar mates y a reírme”, ya que posee su negocio a sólo 50 metros de distancia, y cuando le preguntaron si conocía a Gardella, dijo que no lo ubicaba. Tampoco dijo conocerlo por su nombre, Diego, pero cuando el defensor lo llamó por el apodo, “Novillo”, ahí sí lo identificó: “Vendía café. Iba a visitarlos (a los Miranda) bastante seguido”.
Finalmente, señaló que la relación entre Gabriel Miranda y Rimoldi era “perfecta... cordial”.
El último testigo en declarar fue el médico psiquiatra Arturo Moroni, quien en un breve comparendo dijo que conocía a la familia Miranda desde hacía muchos años, aunque aclaró que no era amigo de Gabriel.
Señaló que supo atender clínicamente a la mamá del imputado y que con él, cuando se cruzaban por ahí, sólo hablaban de fútbol.
Sigue el martes
La audiencia concluyó a las 14, luego que el tribunal dispusiera un cuarto intermedio hasta el martes venidero.
En la oportunidad, desde las 9 de la mañana, se llevará a cabo una inspección judicial y reconstrucción del hecho en el inmueble de López y Planes y Jujuy, en barrio Ameghino.
No se descarta que, después de dicho trámite procesal, Miranda preste declaración.
Epígrafes: 1) “Lo último que haría sería mentir sobre mi hijo”, aseguró Marta Silva al declarar ayer ante el tribunal. Su comparendo fue breve, contundente. Y jamás se quebró, pese a su dolor de madre
2) Conmovido. Así quedó el abogado Eduardo Rodríguez (h) luego que su cliente y amigo pidiera no escuchar a su madre
3) “El Gaby jamás peleó con nadie... más bien pasaba por cagón”, graficó el odontólogo Eder Chiappero, amigo y compañero de la escuela de Miranda
4) Armando Biasi afirmó haber compartido una fiesta del Rotary con Miranda y Rimoldi, y para abonar sus dichos llevó una fotografía en la que estaban todos
5) El conocido médico Arturo Moroni declaró que conocía a la familia Miranda desde hacía muchos años, aunque precisó que no era amigo del imputado
6) El fiscal Francisco Márquez le exhibe un calador de semillas al testigo Bustos, que fue secuestrado en el negocio de Rimoldi, donde fue apuñalado en 2009
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