Durante siete años Claudia Martini fue la trabajadora social del dispensario del barrio Rivadavia, del San Justo y el Hogar de Día. Su figura como trabajadora era la de “facturante”, pero en diciembre de 2007, a poco de asumir Eduardo Accastello, le dicen que cesaba en sus funciones.
Hoy está en la terapia intensiva del Pasteur en grave estado, dado que, como consecuencia de la depresión inició un proceso de anorexia que le restó nutrientes comprometiendo seriamente sus miembros inferiores.
Martini había decidido resistir cuando la anoticiaron el despido y siguió yendo a su lugar de trabajo hasta que se lo comunicaran por escrito. En la Municipalidad entendieron que como facturante, no correspondía tal comunicación.
Finalmente, decidió hacer un acta notarial en la que consta que los compañeros de trabajo fueron conminados a no darle tarea y ni siquiera dirigirle la palabra.
“Esto es una tortura para cualquier persona”, dijo Cecilia Pérez Correa, abogada que las representa en el reclamo laboral.
“No me sorprende su estado, porque ella fue humillada, discriminada y marginada”, agregó la letrada.
“Precisamente el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, que garantiza la estabilidad del empleado público, está hecho para evitar que cuando llega alguien nuevo al poder, prescinda de los anteriores y ponga a su gente. Pero el Estado, en este caso el de la Municipalidad de Villa María, encontró la forma a través de contratos fraudulentos para burlar esa disposición constitucional”, dijo.
La situación en la Justicia de Martini y de Alejandra Arroyo, una enfermera que también fue despedida en diciembre del año pasado, no es muy alentadora, dado que un juez de Primera Instancia y luego la Cámara laboral, declararon inadmisible la demanda laboral.“Es lamentable que muchos jueces sigan imbuidos en la política de los ‘90, cuando la economía era un interés superior al del hombre. Hoy, la Corte Suprema revisó esos conceptos y declaró al trabajador como sujeto de especial protección, pero eso todavía no ha llegado a la Justicia en general”, admitió. Queda la vía administrativa que, para agotarla, demora años.
“El estado de salud de Martini demuestra que no se puede esperar, porque el trabajo no afecta sólo la economía de las personas, sino también la dignidad”, concluyó.
A su turno, Alejandra Arroyo, la enfermera que pasó por las mismas penurias que Martini, dijo que no entiende “que hayan prescindido de nosotras sólo por pensar distinto. Yo no me presté nunca a ir a comprar votos ni a participar de los actos, pero tampoco trabajamos para otro partido”, argumentó. “Claudia estaba muy mal, lloraba mucho, porque ella estaba encariñada con la gente de los barrios y con las del Hogar. A tal punto que quería seguir yendo, aunque más no sea ad honórem”, indicó.
Hoy, Martini tiene que resistir una vez más, ahora, contra los embates de una enfermedad silenciosa que causó estragos en su cuerpo.



** Darío Frossasco, psiquiatra
** “La incertidumbre nos pone en situaciones de estrés”

Darío Frossasco, reconocido psiquiatra de nuestra ciudad, fue consultado sobre el tema.
Con la salvedad de que no hablaba de un caso en particular, como el que cronicamos arriba, señaló que en general, la incertidumbre “nos pone en situación de estrés”.
“Puede ser la perversa figura de un facturante, pasante o contratado, que tiene inestabilidad en el trabajo o bien un contrato de alquiler que expira y nos deja sin la certeza de seguir viviendo en la casa a la que le hemos puesto cosas para hacerla nuestro hábitat”, dijo. De todos modos, señaló que es necesario “tener los pies en la tierra”. “Por más perversa que sean esas figuras laborales, hay que saber que en cualquier momento, te pueden decir que no vengas más”, advirtió.
Dijo también que las depresiones “son pérdidas” pero se puede hablar de un hecho puntual como “desencadenante. La génesis del problema hay que buscarla en otras causas más profundas”.
Particularmente, la pérdida de trabajo es dolorosa y afecta a la salud mental de las personas “no sólo por la cuestión económica, sino también por lo que representa para la realización personal”. “Resistir dentro de lo razonable, ayuda a la salud mental”, concluyó.