Un hombre fue condenado ayer en la provincia de Córdoba a prisión perpetua por haber matado en 2005 a su novia embarazada, arrojándola al mismo precipicio al que también tiró a su hijo de 10 años cuando había intentado asesinarlo en dos oportunidades, informaron fuentes judiciales.
A Leandro Martín Funes (31), la Cámara Criminal y Correccional de la ciudad de Cruz del Eje lo consideró, en un fallo por mayoría y con jurados populares, autor del "homicidio calificado por alevosía" de Melisa Paola Zalazar (17), que al momento del hecho estaba embarazada de 26 semanas.
En 2009, Funes ya había sido condenado a 14 años de prisión por la misma Cámara pero por la tentativa de homicidio calificado en perjuicio de su pequeño hijo, en un juicio en el que se descubrió el crimen de la adolescente Zalazar.
La fiscal de Cámara Haydée Gersicich informó que los jueces Clara Luna de Manzano, Angel Andreu y Ricardo Py, junto a 12 jurados populares, coincidieron en la pena que ella había reclamado en su alegato para Funes.
Por su parte, los defensores Eduardo Medina Allende y Francisco Lauisse habían pedido la absolución del imputado al sostener que la chica se había suicidado.
El 20 de abril de 2005 Zalazar era novia de Funes y desapareció misteriosamente de Cruz del Eje hasta que cuatro años después sus restos óseos fueron encontrados en el fondo de una formación rocosa elevada conocida como Cuchi Corral, ubicada en la localidad de La Cumbre y que habitualmente es utilizado por parapentistas como plataforma de lanzamiento.
Para identificar los restos, los investigadores se basaron en el reconocimiento de sus amigas y abuelo del anillo con la figura de dos delfines que llevaba en una de sus manos, además de un cotejo de ADN con el padre de la víctima que vive en otra población del Valle de Punilla.
El hallazgo de Zalazar se debió al fiscal Hernán Funes, quien actuaba en el primer juicio y tuvo la presunción de que el ahora condenado podría haber repetido la conducta de asesinar a su novia en el mismo lugar donde intentó matar a su hijo.
Poco después de ese debate, Funes fue imputado del homicidio de la adolescente embarazada, cuyos abuelos, Nicolaza González y Carlos Ahumada, ya lo habían señalado como el asesino desde ocurrida la desaparición de la chica.
Para los abuelos, Funes mató a su novia en el marco de una conflictiva relación que mantenían a raíz del consumo de drogas y otros estupefacientes.