Paradójico o no, las más de diez mil madres que se reunieron el domingo en el Anfiteatro gritaban a coro: Papito. El destinatario no era otro que Cacho Castaña, el compositor y cantante tanguero que imprimió su particular estilo bohemio, melódico y picarón a la música ciudadana.
Tras la presentación en videoclip de la velada correspondiente al Día de la Madre por parte de Musicalísimo y el anuncio de la programación del Festival de Peñas (publicado en el día de ayer), los animadores Alberto Luna y Horacio Lucero dieron paso al creador de "Café la humedad" junto a su orquesta. Con toda la platea a su favor, Cacho despachó su arsenal de hits con suficiencia y entereza, mechando comentarios de dandy entre tema y tema. Acotaciones como "me gusta el champán caro y las minas caras" se esgrimían acorde a su característico personaje aunque no coincidían demasiado con el espíritu de la noche (el clip inicial reseñaba la versión cándida de la mujer maternal). Esa contradicción se evidenció ya en el comienzo cuando el cantante abrió su repertorio con un "homenaje a todas las madres", dedicándoles "Señora, si usted supiera las cosas que yo le haría". Pero así es Cacho, perfil de mujeriego y seductor las 24 horas. Ya lo había demostrado con "La gata Varela" (tema con el cual ganara el Certamen de la Canción en el Festival de Peñas 2003), que "parece una atorranta cuando canta...". Resultó interesante el diálogo de imágenes en pantalla con las canciones interpretadas, como fotos de Goyeneche al momento de "Garganta con arena" y del propio Castagna (así su apellido original), en sus diferentes épocas, al entonar "A mi manera". Por otro lado, parte del público se quejó de los altos costos que demandaban los productos dentro del Anfi.