Escribe: Richard Kamienski

Con una temperatura de 40 y luego de recorrer 25 kilómetros, llegamos a una localidad de las afueras de la capital española, Majadahonda, una suerte de villa residencial de una hermosura total. Resulta evidente que se trata de un lugar para la clase media alta. Buenas casas, pisos en altura media de gran categoría y un bar en el que se come “a la argentina”, sirven de marco para el encuentro.
Allí le estrechamos la mano a un muy tostado y sonriente Claudio David “el Polaco” Arzeno, nacido en Villa María hace 40 años.
Desde barrio Lamadrid a Madrid -como si fuera una rima- luego de un recorrido por varias ciudades de Argentina y España vistiendo distintas camisetas de fútbol.
Luego del saludo y el primer intercambio con un anfitrión que se mostró muy distendido y contento por la visita, llegó su invitación: "Vamos a casa para estar más cómodos, vengan..." .
(Habló en plural porque me acompañó el querido Eduardo "Gringo" Cipollat, otro villamariense radicado en Madrid, quien me brindó una ayuda invalorable).
Una vez ubicados en uno de los balcones de la casa de Claudio, dentro de un complejo cerrado, nos dispusimos a la charla, tanto para EL DIARIO como para el programa “De aquí para allá”, de Canal 9 Mirate.

-¿Cuánto hace que estás por estas tierras?
-Hace doce años. Llegué a Europa luego de salir campeón con Independiente.
-¿Qué estás haciendo ahora, Claudio?
-Hasta el 30 de junio estuve en las divisiones formativas del Atlético de Madrid, donde trabajé muy cómodo durante cuatro años. Ha sido un tiempo que me ha servido para conocer a fondo todo el nivel de formación, y que me va a servir para iniciar mi carrera como entrenador en el fútbol profesional.
-¿Cuándo te largás como Director Técnico en el profesionalismo?
-Bueno, ahora me voy al Bilbao, en el País Vasco, para trabajar al lado de Marcelo Bielsa, ya que “el Profe” Luis Boninni, a quien tuve en Independente, me invitó a sumarme.

Luego de charlar un rato, me di cuenta que quería mostrarnos su hermosa familia. Su esposa Paula, médica argentina que sigue con su carrera aquí, y sus tres niños de 7, 5 y 3 años.
Cuando le pregunto a Paula si hablaban mucho de Villa María me contestó con una enorme sonrisa: "Sí, todo el tiempo. Me encanta la ciudad y su gente, ademas allí estan los afectos, los primitos de los nenes, los tíos, abuelos... ¿qué te parece?

Claudio, muy emocionado y como pudo, grabó un saludo para "De aquí para allá". Mientras eso ocurría, me puse un momento en su lugar , y entonces sus lágrimas me resultaron más que comprensibles.
Estudió en el José Bianco, en el José Ingenieros e hizo la secundaria en el Bernardino Rivadavia. Nombra con afecto a sus compañeros del fútbol de Alumni: Iotidis, Cáceres, Molina, Rapetti, Formía... y a muchos otros y sus ojos brillan nuevamente.

Para cuando llegó la despedida la emoción ya le había cedido el paso a la alegría. Le entregué un llavero que la Municipalidad le regala a cada uno de nuestros entrevistados y enseguida le puso las llaves de su casa. Un gesto más, por si hacía falta, para demostrar el afecto hacia la tierra que lo vio nacer.
Fue un gran gusto.

LAS FOTOS:
1- Claudio Arzeno, junto a su esposa Paula y los tres hijos de ambos, en el patio de su casa de Majadahonda, en las afueras de Madrid. Reveló que se apresta para marchar hacia Bilbao

2- Arzeno y Cipollat, dos villamarienses ante la cámara de EL DIARIO, en las afueras de Madrid