Gabriel Germán Miranda afirmó ayer que no concurrió al negocio de Aldo Ambrosio Rimoldi para matarlo y se lamentó sobre el trágico resultado del sangriento episodio al sostener que “si hubiera sabido que iba a pasar todo esto, directamente no habría ido”.
En una minuciosa declaración prestada ante jueces y jurados, que por momentos se tornó impactante por la emotividad de sus palabras, Miranda aseguró que “jamás” se le pasó por la cabeza que su visita a Rimoldi terminaría de esa manera.
“No fui a matar a Rimoldi; jamás haría una cosa así, ni a él ni a nadie, ¡jamás!”, enfatizó el homicida del comerciante de 58 años de edad, muerto de numerosas puñaladas al anochecer del 21 de abril de 2009.
Miranda compareció ante la Cámara del Crimen por espacio de una hora y 40 minutos y respondió innumerables preguntas que le formularon los camaristas René Gandarillas (presidente del tribunal) y Silvia Saslavsky de Camandone, el fiscal Francisco Márquez y el abogado defensor, Eduardo Luis Rodríguez, no así el representante de la Querella, José Luis Bertoldi, quien curiosamente esta vez se mantuvo al margen del interrogatorio.

Más detalles

En rigor de verdad, el comparendo de Miranda, de 40 años, fue la continuidad de lo que había comenzado durante la reconstrucción del homicidio en la escena del crimen, el martes por la mañana, en el inmueble de López y Planes y Jujuy. Allí, el acusado había relatado su versión de los hechos que derivaron en la muerte de Rimoldi, producto de una discusión que luego se convirtió en feroz pelea.
En la víspera, Miranda continuó brindando detalles de lo sucedido y dejó numerosas frases de lo que vivió antes, durante y después de aquel episodio. A continuación transcribimos las más relevantes:
- “No fui a matar a Rimoldi; jamás haría una cosa así, ni a él ni a nadie, ¡jamás!”
- “Jamás pelee en la calle y nunca en una cancha de fútbol. Más bien era de pasar por cagón.”
- “No le deseo a nadie en la vida lo que me está pasando… el infierno que estoy viviendo, lo que estoy sufriendo, porque ahí adentro (la cárcel) se sufre mucho.”
- “No se puede vivir así por algo que yo no provoqué y me estoy jugando la vida.”
- “Acá (en el juicio) se han dicho barbaridades de mí; se dijo que soy un tipo narcisista, que cosifico a las personas y un montón de cosas más.”
- “Jamás hubiera querido que pasara esto.”
- “Si hubiese sabido que iba a pasar todo esto, directamente no habría ido a su negocio.”
- “En la cárcel he perdido hasta la memoria… soy un ente.”
- “Hasta el día de hoy, todas las noches me pregunto por qué (Rimoldi) reaccionó de esa forma.”

¿Una amante?

Cuando su defensor le preguntó si sabía que Rimoldi tuviera alguna amante o relación extramatrimonial, Miranda asintió con la cabeza y dijo textualmente: “Yo solía juntarme con él los domingo en su negocio. Una vez fui a verlo, estaba su camioneta afuera, golpee y no me atendió. Esperé y después de un buen rato salió una mujer de la oficina. Ella estuvo de testigo acá… es una mujer rubia”. Aunque no la identificó, obviamente se refería a Flavia Andrea Baldassa, quien al declarar en el juicio aseguró haber sido amiga de la infancia de la víctima.

Sobre la pelea

Al referirse a la pelea que dijo haber mantenido con Rimoldi, Miranda relató parte de los hechos señalando que “Rimoldi se retiró de la oficina a buscar mi maletín y cuando volvió también traía algo en la otra mano, envuelto en un repasador”.
Y añadió: “Cuando hablamos del dinero que yo tenía que cobrar para cubrir un cheque, él me dijo… ‘tengo la solución: por la otra mitad del cheque dame a tu mujer un fin de semana, que yo me la llevo de viaje y queda cancelada la deuda’. Yo en joda le dije que por esa plata (11.250 pesos) se la podía llevar y me sonreí, pero él me dijo ‘es en serio’. ¿En serio me decís?, le pregunté, y como me dijo que sí, me enojé y me fui para la puerta”.
Cuando le preguntaron sobre el momento del inicio de la pelea propiamente dicha, Miranda dijo que Rimoldi lo enfrentó con un calador en una mano y con la otra se tomaba los genitales, al tiempo que -según el acusado- le decía: “¿A tu mujer le va a gustar mi p...?”.
“¡Callate, viejo de mierda!, le dije, y lo empujé. Levanté mi maletín y él me golpeó con algo en el cuello. Fue ahí cuando le pegué una trompada y lo hice trastabillar. Quise irme, pero la puerta estaba cerrada con llave. El vino empuñando un cuchillo y el calador. Y después pasó lo que pasó.”

Ultimo testigo

Antes que Miranda se refiriera al tremendo suceso ocurrido hace dos años y cuatro meses, declaró en la sala el último testigo del proceso. Se trata del remisero José Luis Alsina, que fue quien llevó al acusado hasta el negocio de Rimoldi.
El trabajador del volante dijo conocer a Miranda por haber sido jugador de Alumni entre 1980 y 1984, período durante el cual el equipo Fortinero fue entrenado por el padre del imputado, Iván “Nene” Miranda.
Alsina relató que llevó al acusado en un recorrido por un par de lugares y finalmente lo dejó en la esquina de Jujuy y López y Planes, donde el pasajero le dijo que lo esperara porque seguiría viaje. Sin embargo, luego de un minuto Miranda salió del inmueble, le pagó y el remisero se retiró.
Interrogado insistentemente por el querellante y el fiscal, Alsina sostuvo que se acordaba de muchos detalles de aquel viaje por las circunstancias del caso, sobre todo al enterarse al día siguiente que su cliente, hijo de quien había sido su entrenador, estaba implicado en un sonado homicidio.
En su convincente relato, el remisero dijo que Miranda no llevaba ningún maletín y que podía afirmar eso porque el pasajero se subió en el asiento delantero, lo que le permitió advertir tal circunstancia.
Cuando el abogado defensor le exhibió el bolso perteneciente al acusado, Alsina aseguró que jamás lo había visto. Asimismo, recordó que cuando viajaban en su vehículo, ambos conversaban de fútbol, siendo Alumni el tema preponderante.
El remisero indicó también que esa noche el equipo villamariense recibía al Racing cordobés en Plaza Ocampo, partido al que Miranda dijo que concurriría con la credencial que había ido a buscar al negocio de Miranda, ya que la misma estaba dentro de su maletín.


El lunes, día de alegatos y sentencia

Minutos antes de las 14 de ayer, cuando concluía la séptima audiencia del juicio que se le sigue a Gabriel Miranda por el homicidio de Aldo Rimoldi, el camarista René Gandarillas anunció lo que pocos imaginaban: “El lunes será día de alegatos y sentencia”.
Luego de un cuarto intermedio en el que definió la resolución del proceso, el presidente del tribunal anticipaba así que el denominado “caso Rimoldi” llegará inexorablemente a su fin en la que será, sin lugar a dudas, una jornada larga y cargada de tensiones.
Convocada para las 9, en primera instancia se informará a las partes el resultado de una pericia caligráfica que se está llevando a cabo por estos días, a los efectos de verificar si unos escritos hallados en una carterita pertenecen a la víctima, tal como lo indicaron varios testigos.
También se incorporará al debate un expediente solicitado por la Defensa, relacionado con un juicio ejecutivo iniciado por el contador Alberto Luis Butarelli contra los herederos de Rimoldi para el cobro de un cheque por un monto de 22.500 pesos.
Dicho valor fue emitido el 20 de enero de 2009 por el comerciante fallecido y venció el 15 de abril del mismo año. Sin embargo, nunca pudo ser cobrado, por lo que Butarelli inició acciones legales para su cobro el 30 de abril de 2010.
Una vez concluida la etapa de recepción de pruebas documentales e instrumentales, formularán sus alegatos el fiscal Francisco Márquez y el querellante José Luis Bertoldi. Se estima que los acusadores público y privado, respectivamente, expresarán sus conclusiones hasta pasado el mediodía y luego habrá un cuarto intermedio.
Por la tarde, posiblemente a partir de las 15 ó 16, alegarán los codefensores de Miranda, Eduardo Alberto y Eduardo Luis Rodríguez, padre e hijo, y cuando ellos concluyan el tribunal les concederá la “última palabra” tanto a los familiares de la víctima como al acusado.
Se estima que entre las 19 y las 20 se conocerá el veredicto al que arriben los jurados populares, quienes sólo deberán decidir sobre la inocencia o culpabilidad del acusado. En caso de ser declarado culpable, la pena será impuesta por los jueces técnicos.


Las fotografías

1) “Si hubiese sabido que iba a pasar esto, directamente no habría ido al negocio de Rimoldi”, afirmó Miranda en un momento de su declaración. Por momentos, la emoción lo doblegó

2) José Luis Alsina es el remisero que llevó a Miranda hasta el negocio de Rimoldi aquella noche. Pese al tiempo transcurrido, afirmó que el acusado no llevaba ningún maletín en sus manos

3) Los abogados Rodríguez, padre e hijo, son defensores y amigos íntimos de la familia Miranda desde hace más de 30 años. El lunes tendrán una ardua tarea

4) El fiscal Márquez ha dejado en claro durante todo el proceso que sostendrá la acusación y es probable que pida una pena cercana a los 14 años de prisión

5) Carina Villalba, la concubina de Gabriel Miranda. Según el acusado, Rimoldi le ofreció canjear una deuda de 11.250 pesos por un fin de semana con ella

6) Los integrantes del tribunal sólo impondrán una pena de prisión si el jurado popular resuelve, por simple mayoría, que el acusado es culpable del crimen