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El abogado Eduardo Rodríguez (izquierda) se había opuesto a la elevación a juicio dictada por el fiscal Félix Martínez (derecha). En la otra fotografía, el letrado que representa a las víctimas del cuantioso robo, Luis Caronni |
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La jueza de Control y Faltas de los Tribunales de Villa María, Edith Lezama de Pereyra, confirmó en las últimas horas la elevación a juicio de la causa que se les sigue a ocho individuos, dos de los cuales se encuentran detenidos, por un cuantioso robo de dólares y joyas de oro perpetrado en una vivienda ubicada en pleno centro de la ciudad.
Se trata del proceso penal denominado “robo de la década”, también conocido como “caso Racaro” porque damnificó a las hermanas Silvia Mercedes y María Laura Racaro, abogada y docente, respectivamente.
A través del Auto Nº 79, fechado el martes pasado, pero que recién trascendió en la víspera, la funcionaria judicial confirmó la requisitoria de elevación a juicio formulada en los primeros días de julio por el fiscal de Instrucción del Primer Turno, Félix Martínez.
En dicha resolución, la jueza Lezama de Pereyra coincide con el acusador público, al imputar a Carlos Emanuel Amici (alias “Pájaro”, de 28 años) y Javier Rolando Silva (24) como supuestos coautores del delito de “robo calificado por escalamiento”; a Carlos Alberto Rodríguez (33), Fabián Emilio Orpianessi (44) y Carlos Matías Zárate (“Pluma”, 24) como presuntos partícipes necesarios del delito de “robo calificado por escalamiento”, y a los hermanos Jorge David (37) y Rubén Ricardo Romero (49), y a Juan Carlos Amici (de 56 años, padre de Carlos Emanuel), como supuestos coautores del delito de “encubrimiento agravado”.
Asimismo, la magistrada indicó que en este mismo proceso deben concursarse otros delitos atribuidos a Amici hijo, imputado en otra causa penal que se le sigue por un hecho de “robo calificado”, a raíz de estar involucrado en un asalto a mano armada perpetrado en Etruria.
Millonaria suma
Amici (h) y Silva, los sujetos que permanecen privados de la libertad, están acusados de haber ingresado a la vivienda de las hermanas Racaro, para apoderarse de 267 mil dólares en efectivo (poco más de 1.124.000 pesos a la cotización actual) y alrededor de un kilogramo de oro en joyas y alhajas (otros 250 mil pesos si se tiene en cuenta el valor internacional del oro, que es de aproximadamente 60 dólares el gramo).
El llamado “robo de la década” se produjo la noche del miércoles 2 de julio de 2008 en el domicilio de las hermanas Racaro, ubicado en Corrientes 1348, en pleno centro de Villa María, quienes ese día habían viajado a la capital provincial por cuestiones personales.
Todo planeado
Según la acusación del fiscal Martínez, los coimputados Amici (h), Rodríguez y Silva llegaron al lugar a bordo de un Peugeot 306 y estacionaron cerca de la vivienda. Rodríguez permaneció en el interior del auto, donde hizo las veces de “campana”, mientras que los otros dos treparon y saltaron un portón, subieron por una medianera e ingresaron al patio de la casa de las hermanas Racaro.
Una vez allí, forzaron una ventana e ingresaron al inmueble, donde causaron un gran desorden y sustrajeron la cuantiosa suma de dinero, que estaba en varias cajas, una de lata y otras plásticas y de acrílico, además de apropiarse de numerosas joyas de oro.
Siempre de acuerdo con la investigación llevada adelante por el instructor de la causa, para la concreción del atraco habría sido fundamental la colaboración previa de Orpianessi y Zárate, a quienes se los acusa de haber hecho las “tareas de inteligencia” previa para ejecutar el golpe.
Ya con el botín en sus manos, los acusados se contactaron con Rubén Romero, quien junto a su hermano Jorge se dedicaban a la compra-venta de oro, y entre ellos se habría producido una transacción que, según trascendió, rondaría los 30 mil pesos.
En tanto, la participación de Amici padre en el caso se circunscribe al hecho de haber encubierto a su hijo, al conocer detalles del robo.
El marco legal
El abogado Eduardo Luis Rodríguez, defensor de Orpianessi y de los hermanos Romero, era quien se había opuesto a la medida procesal dispuesta por el fiscal Martínez, por lo que ni bien concluyó la Feria Judicial de Invierno, la causa pasó a manos de la jueza Lezama de Pereyra.
Ahora, el letrado dispondrá hasta el próximo martes a las 10 de la mañana para apelar el fallo de la magistrada. Si lo hace, será la Cámara de Acusación de Río Tercero la que deberá resolver el diferendo; si no apela, la elevación a juicio quedará firme y el expediente pasará a la Cámara del Crimen local para su posterior juzgamiento, posiblemente a fin de año o comienzos de 2012.
Por último, cabe señalar que las hermanas Racaro, quienes se constituyeron en la causa como querellantes particulares, son patrocinadas por el abogado Luis Caronni.
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