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“Ellas dejaron de ser madres de un hijo de sangre para |
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El pasado miércoles a la noche, no había quedado mucho público en el Campus para asistir a la presentación de libros en el marco de las Jornadas Internacionales de Discurso.
En la ocasión se socializaron cuatro trabajos de investigación en formato libro y entre ellos dos producciones de investigadores locales (Fabián Mossello y Virginia Morales, publicados por Eduvim). Ambos compartieron mesa junto a una docente de la Universidad Nacional de Tucumán (María Gabriela Palazzo) y al profesor colombiano Oscar Iván Londoño Zapata, quien compartió el trabajo titulado “Poliedros discursivos: estudios del discurso en nueve miradas”, conformado por nueve entrevistas a los más importantes investigadores del discurso de Latinoamérica y los Estados Unidos.
Palazzo, en tanto, habló sobre “La juventud en el discurso. Representaciones sociales, prensa y chat”. Mossello, en tanto, habló de literatura sefaradí a propósito de su libro “Literatura, ideología y sociedad”, basándose en la obra de Marcos Aguinis “La gesta del marrano”.
s Madres del dolor
En tanto, el libro de Virginia “De la cocina a la plaza” hace foco en las Madres de Plaza de Mayo y cómo a partir de ellas se modifica y redefine el concepto de “madre” en la sociedad argentina.
“El trabajo se centra en el discurso que tenía la dictadura para con el rol de la maternidad -comenta Virginia- dejando muy en claro que el lugar de la mujer era luchar contra la subversión cuidando de sus hijos. En todos los discursos militares de la época se reitera lo mismo. Pero esa misma dictadura que destinó a la mujer a ese rol, va a desaparecer a muchos de sus hijos, haciendo que estas madres ya no puedan cumplir plenamente con ese rol porque no tenían hijo que cuidar.”
Entonces salen a la plaza…
-Salen a la plaza y eso cambia el concepto de ser madre, porque salir a buscar al hijo era ir más allá de lo que el discurso decía. Y en ese sentido se planteó una disputa. Las madres decían “porque soy madre lo salgo a buscar”, mientras que el discurso de la dictadura decía “porque sos madre lo tendrías que haber cuidado antes”.
¿Era difícil para las otras madres solidarizarse?
-No era nada fácil, aunque creo que hasta las madres más indiferentes se sintieron tocadas por lo que pasaba con estas mujeres. La primera gran solidaridad va a llegar cuando las madres de los chicos de Malvinas salgan a protestar también, para que a sus hijos no los manden a la guerra.
Sin embargo, en tiempos de Malvinas, las Madres ya habían hecho un gran trabajo de búsqueda…
-Sí, y ya habían planteado que dejaban de ser madres de un hijo de sangre para luchar por 30 mil hijos más. Y acá aparece un nuevo concepto de maternidad: estas mujeres ya no son madres de un hijo solamente. Incluso en las rondas de la plaza, ellas daban vuelta las pancartas y cada una levantaba la que le tocaba, como si fueran madres de todos.
Tu trabajo de resignificación del concepto de “madre” llega, incluso, hasta 2003…
-Sí, porque desde las leyes de “Obediencia Debida” y “Punto Final”, de Alfonsín, y la propuesta de Menem de “reconciliación y olvido”, para las Madres el enemigo siempre estuvo en la Casa Rosada. Será con la llegada de Kirchner que esto cambiará. Para ese entonces, las Madres habrán dejado de ser sólo “madres de desaparecidos”, sino que ya se habrán asumido como madres de todos los excluidos del sistema, de los drogadictos, de los portadores de HIV, de los desocupados, de los aborígenes, de los niños desnutridos, de los desplazados.
-¿Pensás que el caso Schoklender hizo que por primera vez se tuviese desconfianza hacia las Madres?
-Todo lo contrario. A pesar de lo que pasó, todos se dijeron “yo no me imagino una Madre corrupta ni una madre que haya robado. En todo caso habrán mirado para otro lado, pero robar, jamás”. Y es que las madres siguen representando la lucha por la verdad y la justicia. Hoy, todas las construcciones de movimientos de mujeres del mundo que buscan a sus hijos, han sido copiados de las Madres argentinas. Y eso te habla de la integridad de estas mujeres.
Iván Wielikosielek
Especial UNVM
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