Con la presencia de 1.300 asistentes, se llevó a cabo días atrás el Cuarto Coloquio organizado por la Unión Industrial de Córdoba (UIC) que en esta edición se desarrolló bajo la premisa “Educación, Empleo y Competitividad para el Desarrollo. Claves para la gestión integral del conocimiento”.
El evento que se enmarcó en los festejos por el 50º aniversario de la entidad, en su convocatoria incluyó a reconocidas autoridades nacionales, provinciales y municipales; empresarios, medios de comunicación y personalidades representativas de la actividad económica de Córdoba.
Durante la actividad, además de realizarse una revisión del aporte de la UIC en su medio siglo de trayectoria institucional y analizarse cuestiones políticas y económicas, también pudo conocerse el posicionamiento de los industriales cordobeses ante el escenario económico y social actual.
Como portavoz del sector, el actual presidente de la Unión Industrial, Ercole Felippa, en su discurso de cierre dio a conocer algunos conceptos sobre el momento que atraviesa el sector productivo cordobés.

Para superar antinomias

“Hoy el mundo nos ofrece una enorme oportunidad, pero no nos regala nada. La mejora en los términos de intercambio nos brinda las divisas necesarias para realizar las transformaciones estructurales que el país requiere”, expresó Felippa.
“Es por eso que debemos romper definitivamente viejas antinomias, donde no todo tiene que inexorablemente ser blanco o negro, también existen los matices”, consideró el industrial.
“Tampoco podemos continuar con los debates sobre si es el mercado o el Estado. Este no debe estar ausente, pero tampoco omnipresente”, acotó.
“No pretendemos subsidios para nuestra actividad, tampoco palos en la rueda. Los empresarios necesitamos un escenario previsible, con reglas de juego claras y estables en el tiempo, teniendo presente cuales son los riesgos que tenemos y debemos asumir”, indicó antes de agregar: “Para ello se requieren estadísticas confiables, para que al momento de decidir una inversión podamos despejar la mayor cantidad de incertidumbres posibles. No se pueden crear permanentemente distorsiones para luego administrarlas”.
“El tema de la inflación se convirtió en un flagelo”, opinó en otro tramo de su alocución.
En este sentido anexó que “para crecer sin inflación, se necesitan inversiones que mejoren la productividad y la oferta de bienes y servicios como así también agregar valor a nuestras materias primas con un alto desarrollo tecnológico”.
Al respecto de otros factores indispensables para el desarrollo apuntó que “es necesario generar las condiciones para que la energía no sea una limitante a la hora de producir, pero si queremos contar con disponibilidad debemos ser conscientes de que el precio debe cubrir sus costos e incentivar nuevas inversiones”.
“Otro aspecto que quiero destacar es la imperiosa necesidad de contar con un esquema tributario que estimule la inversión y que le permita al Estado un mejor control de la evasión, con un sistema mucho mas simple que el actual. Esto es: pocos y buenos impuestos”, subrayó.
“No habrá equidad social sin impuestos justos y un Estado eficiente. La excesiva intervención estatal asfixia a la economía”, redondeó.
“Ahora bien, los objetivos empresarios no deben ser incompatibles con los de la sociedad. No se trata sólo de crecer, sino de desarrollarse, de progresar como país y en conjunto. Debemos impulsar un diálogo profundo y real entre la dirigencia política y empresaria, con una verdadera autocrítica, donde exista una alianza entre lo público y lo privado que nos permita la reconstrucción de un empresariado nacional involucrado con el futuro de la Nación”, reflexionó el encumbrado dirigente.
“Ha llegado el momento de que nos miremos unos a otros, sin resquemores ni suspicacias. Es hora de comenzar a construir consensos, de hacer un gran pacto entre la ciudadanía y sus gobernantes”, remarcó.
“Y nosotros, los dirigentes empresarios, debemos tomar conciencia del enorme compromiso que nuestra Patria requiere, no sólo en las demandas sectoriales sino también involucrándonos con participación y propuestas, pensando en el beneficio del conjunto”, enfatizó.
“Pero también los Gobiernos deben entender que cuando planteamos determinadas situaciones que no compartimos no somos opositores, como tampoco somos oficialistas cuando consideramos favorables aquellas medidas que están bien tomadas”, advirtió.
Para concluir sostuvo: “Es evidente que estamos ante un momento histórico, con una urgencia imperiosa del ahora y en un mundo que no espera a los rezagados. El mejor homenaje que le podemos hacer a los próceres de la industria es que, de una vez por todas, trabajemos juntos para recuperar el orgullo y la identidad como argentinos comprometidos, con esta y las futuras generaciones, demostrando cada día en nuestro accionar ese compromiso que la Nación hoy nos demanda”.