Luego de deliberar por espacio de seis horas y media, la Justicia de Villa María condenó ayer a Gabriel Germán Miranda por el homicidio de Aldo Ambrosio Rimoldi y le impuso una pena de 14 años de prisión, tal como lo había requerido el fiscal de Cámara en su alegato.
En el mismo fallo, el tribunal hizo lugar a la demanda civil entablada por la viuda y los tres hijos del comerciante mortalmente apuñalado el 21 de abril de 2009 en barrio Ameghino, y sentenció a Miranda a abonar las sumas de 122.843 pesos por cada uno de ellos en concepto de “daño moral”, lo que hace un total de 491.372 pesos.
Si la Defensa decide no apelar la resolución y el veredicto queda firme, el hijo del conocidísimo ex entrenador de Alumni, Iván “Nene” Miranda, deberá pasar los próximos siete años de su vida tras las rejas del Establecimiento Penitenciario N° 5 y, con buena conducta, sólo podrá obtener la “libertad condicional” cuando complete las dos terceras partes de la sanción aplicada.
En efecto, los dos tercios de 14 años son nueve años y cuatro meses. Y como “El Lagarto” Miranda lleva en la cárcel poco más de dos años y cuatro meses, estará en condiciones de alcanzar el citado beneficio excarcelatorio el 21 de agosto de 2018.
Por lo pronto, la Defensa anticipó que esperará a conocer los fundamentos de la sentencia, que se difundirán el próximo 15 de setiembre, para luego analizar si apelarán el fallo o si dejarán que el mismo quede firme.

Tensa espera

La sentencia fue leída exactamente a las 17.05, siete horas después que se cerrara el debate iniciado sobre el filo de las 10 de la mañana en la sala de audiencias ubicada en el quinto piso del Palacio de Justicia local.
Por entonces, el presidente del tribunal, René Gandarillas, le concedió el derecho de hacer uso de lo que se conoce como “penúltima palabra” a la esposa de la víctima, Olga Ester Pino, y luego hizo lo propio con el acusado. Sin embargo, la mujer optó por guardar silencio.
Pino se sentó junto al fiscal Francisco Márquez y el abogado Mauricio Burique, quien suplió al representante de la Querella, José Luis Bertoldi, ausente con aviso. En efecto, el letrado que patrocinó a la viuda tuvo que asumir un compromiso en la capital provincial y no pudo estar presente en la etapa final del trascendental juicio por el denominado “caso Rimoldi”.

Deliberaciones

A las 10.04, los jueces Gandarillas, Silvia Saslavsky de Camandone y Liliana Cuevas de Atienza pasaron a deliberar junto a los ocho miembros titulares del jurado popular, todos ellos acompañados por el secretario de la Cámara del Crimen, Roberto Jue.
Junto a los magistrados, ingresaron a un recinto ubicado detrás de la sala de audiencias los ciudadanos Sergio Oscar Boano, Osvaldo Alberto Urbicaín, Pablo Antonio Nicola y Rodolfo Rodríguez (este último era jurado suplente, pero remplazó a David Durán), Graciela Beatriz Foresta, Roxana Beatriz Grosso, Adriana Beatriz Marinari y Celina Beatriz Suárez Bustos.
Cabe recordar que la Ley 9.182 establece que “los jurados y los dos jueces integrantes del tribunal, con excepción del presidente, votarán (…) sobre la culpabilidad o inocencia del acusado”.
En tanto, el tribunal técnico, es decir los tres jueces del proceso, son los encargados de resolver todas las demás cuestiones, entre ellas las de determinar la participación del imputado, la calificación legal que corresponde aplicar, la indemnización demandada, la imposición de costas y la sanción a ser aplicada.

Misma carátula

Esto quiere decir que, por un lado, jueces y jurados votaron para decidir sobre la culpabilidad de Miranda, y luego los tres magistrados resolvieron la calificación legal (que finalmente fue la de “homicidio simple”, tal como había sido caratulada la causa por el fiscal que la instruyó, Gustavo Atienza) y la pena que finalmente aplicaron.
El asunto es que las deliberaciones demandaron muchas más horas de lo que todos preveían.
Desde un comienzo se estimó que el veredicto se conocería pasado el mediodía, y que no se demoraría más allá de las 13.30. Pero a medida que fueron pasando los minutos, y luego las horas, la expectativa y la tensión crecieron a pasos agigantados entre los familiares y amigos de las dos partes.
El punto neurálgico de espera fue la cafetería ubicada al frente de Tribunales, que se vio colmada de allegados a las familias Rimoldi y Miranda, además de varios abogados y numerosos representantes de los distintos medios de prensa de la ciudad.
Finalmente, a las 16.35 llegó la novedad de que se había dictado la esperada sentencia. En pocos minutos, los pasillos del quinto piso se poblaron de voces, grabadores y flashes. Allí hubo que esperar casi media hora, hasta que se abrieron las puertas del recinto y la sala se llenó en contados segundos.

La sentencia

De inmediato ingresaron los tres camaristas y fue el secretario quien en voz alta dio lectura a la parte resolutiva de la sentencia…
“El tribunal resolvió, por unanimidad: 1°) Declarar a Gabriel Miranda autor responsable del delito de homicidio simple (…) e imponerle para su tratamiento penitenciario la pena de 14 años de prisión, accesorias de ley y costas. 2°) Hacer lugar a la demanda civil instaurada por el Dr. José Luis Bertoldi, en su calidad de apoderado de los damnificados Olga Ester Pino, Marcela Alejandra Rimoldi, Natalia Verónica Rimoldi y Franco Daniel Rimoldi, condenando a Gabriel Miranda a abonar, en concepto de daño moral y dentro del término de 10 días de quedar firme la presente sentencia, las sumas de $122.843 a cada uno de ellos, con más los intereses que se devengaren hasta el momento del efectivo pago, con costas (…). 3°) Regular los honorarios profesionales del Dr. José Luis Bertoldi, por su labor como apoderado de los actores civiles, en la suma de $98.274,40 (…). Se hace saber a las partes que los fundamentos de la presente sentencia se darán a conocer en audiencia pública el día 15 de setiembre del corriente año, a las 12 horas.”

Ultima palabra

Antes que camaristas y jurados pasaran a deliberar, Gabriel Miranda hizo uso de su “última palabra”, y con la voz embargada por la emoción agradeció a sus abogados y al tribunal “por darme la libertad de poder contar la verdad en este juicio”.
“Desde aquel día, mi vida ha sido una legítima defensa”, señaló el comerciante, y continuó: “Este infierno que estoy viviendo es en legítima defensa. En este juicio he actuado en legítima defensa”.
Luego sostuvo que “si algo me ha enseñado mi padre es a ser un caballero”, aunque advirtió que en el proceso se vio “obligado a revelar intimidades mías y del propio Aldo”.
“Quiero decirle al señor fiscal y al señor querellante que no les guardo rencor, porque reconozco sus trabajos, su hombría de bien y su fe. Pero aquí se han dicho cosas terribles de mi persona. Cosas como mentiroso serial, o que aproveché la belleza de mi mujer para conseguir mi propio beneficio”, añadió Miranda.
Sobre esto último, dijo estar “muy enamorado de mi mujer”, a quien aseguró amar “por su belleza interior”.
“A ustedes, señores del jurado popular y del tribunal, quiero decirles que, sea cual sea la decisión que tomen, la voy a aceptar, porque soy un hombre que respeta la ley. Y si Dios me concede la libertad, esta noche voy a reunirme con mi familia y mis amigos para agradecerles todo el dolor y el sufrimiento que han tenido en estos dos años y cuatro meses”, añadió conmovido.
“En el caso de que no fuera así –continuó–, les digo a mis amigos y mi familia que mi cuerpo va a estar privado de su libertad, pero mi conciencia estará libre y tranquila, porque yo jamás tuve intención de matar a Aldo, a quien me unía una muy buena relación.”
Finalmente se dirigió a jueces y jurados, diciéndoles: “Tienen mi vida en sus manos, y le pido a Dios que los ilumine. Sea cual sea la decisión de ustedes, la voy a acatar como hombre de fe y creyente en la ley”.


LAS FOTOGRAFIAS

1) “Desde aquel día, mi vida ha sido una legítima defensa. Este infierno que estoy viviendo es en legítima defensa. En este juicio he actuado en legítima defensa”, dijo Miranda antes del fallo

2) Apesadumbrado como nunca, así se lo vio durante todo el juicio al “Nene” Miranda, uno de los íconos del fútbol villamariense, que vivió con profundo dolor la situación de su hijo

3) Los ocho jurados populares titulares que votaron, en forma unánime, por la culpabilidad de Miranda. La pena fue aplicada luego por los jueces técnicos

4) La sala de audiencias de la Cámara del Crimen local estuvo colmada de público. El “caso Rimoldi” generó una enorme expectativa en toda la ciudad

5) El secretario Roberto Jue lee la sentencia. Los camaristas Silvia Saslavsky de Camandone, René Gandarillas y Liliana Cuevas de Atienza lo escuchan