Memoria. Columna vertebral de cualquier pueblo libre y emancipado, que mira hacia el futuro con el pasado pensado, asimilado y resuelto. La de una Nación entera, la de una ciudad, Villa María, que también materializó esos caros sentimientos en tres monumentos, uno de los cuales nos ocupa hoy. Un espacio dedicado a las víctimas locales que la última dictadura se llevó. La misma que con nombres y apellidos, dejó una Patria en cenizas, y miles de ausentes. "Memoria sin tiempo", le pusieron. El Reloj de Sol que que se encuentra al medio de las siete "presencias" (¡Presente!) de piedra, encarna lo esencial de la metáfora.
El paseo, ubicado en avenida costanera de cara a avenida Naciones Unidas, es un conjunto escultórico que incluye al reloj y siete piedras que lo envuelven. La más grande tiene unos tres metros de altura y pesa más de seis toneladas.
El resto, aunque con formas diferentes, tiene proporciones similares.
Cada una lleva esculpido el nombre de pila de un desaparecido villamariense.
Al momento de la inauguración, en 1993, sólo se conocían siete. Pero a partir de entonces otros se fueron agregando a la dolorosa lista. Las designaciones, entonces, se manifiestan hoy de manera simbólica, representando a la totalidad del colectivo local exterminado por los asesinos de ayer.
Así, "Memoria sin tiempo" no se resume a una plazuela bonita y aseada. Se trata de un punto de reflexión, donde la ciudadanía puede ejercitar la conciencia, y manifestar en la intimidad sentimientos sobre lo que pasó, lo que pasa y lo que pasará.
Cavilaciones imprescindibles en la formación de una sociedad despierta.
Los alrededores del parque, cierto es, de alguna manera, cooperan con tal gimnasia. Un verde desplegado en tenues colinas domina el escenario, decorado con flores, pinos y otros árboles y plantas que dan pistas al respecto. De fondo, el embalse de agua no hace más que mejorar el ambiente.
Los desaparecidos locales
La lista completa de villamarienses desaparecidos durante la dictadura militar iniciada en 1976 y finalizada en 1983, está integrada por Eduardo Valverde, Noemí Franciscetti, Elda Franciscetti, María Sosa, Eduardo Requena, Teodoro Rüedi, María Elena Vila, Alberto Garbiglia, Juan Ledesma, Marta Ledesma, Aldo Enrique Apfelbaum, Víctor Pacciaretti, Ester Felipe de Mónaco, Luis Mónaco, José Sorzana, María Badano y Miguel Arias.
Para todos ellos, y para todos los demás, este hermoso, enorme monumento; humilde y valeroso homenaje.
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