Apasionado de la historia de Manuel Dorrego, peronista de origen, periodista y politólogo. Así se puede definir a Hernán Brienza, quien disertó finalmente ayer en Villa María, después de una serie de suspensiones originadas en problemas climáticos y de agenda.
Con el vicio de periodista, empezó su charla con preguntas en lugar de respuestas. “¿Para ustedes, cuál fue el tema más importante de la semana?”, disparó.
El auditorio contestó: “El secuestro y la muerte de Candela”.
A lo que Brienza respondió que ese caso, no le afecta la vida a ningún argentino. “Cuando más, nos hace temer que pueda pasarnos lo mismo, nos infunde temor”, dijo.
A su criterio, lo más importante de la semana fue el encuentro que tuvo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con los dirigentes de la CGT y de la UIA en Tecnópolis, el jueves último. Para el periodista, es una muestra del kirchnerismo que viene.
“Podríamos decir que el kirchnerismo tiene tres etapas”, afirmó.
La primera, durante la Presidencia de Néstor Kirchner, cuando se empezó a revalorizar a la política. “Allí se sentaron las bases, se levantó la autoestima de los argentinos”, afirmó.
En la segunda etapa, durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, se “disciplinó a la Sociedad Rural y se planteó una batalla cultural que excede la pelea con Clarín”, señaló.
Y en la tercera etapa “la que viene a partir de 2011, se va a plantear una legitimidad brutal por el apoyo popular que tendrá Cristina en las elecciones de octubre, lo que vendrá con una superación del propio kirchnerismo”, aseguró.
Entiende que la clave de la futura etapa está en la palabra articulación. “Articulación con la institucionalidad, con el crecimiento de la economía y la distribución de la riqueza”, dijo.
Se refirió a un concepto de las Ciencias Sociales que se denomina “el óptimo de Paretto, que indica que lo bueno debe ser bueno para las mayorías sin perjudicar a las minorías”. Es por eso que a su criterio, no hay grandes perdedores en el kirchnerismo. “No se puede decir que haya perdido el campo, no se puede decir que haya perdido el sector del trabajo ni los industriales. Por ahí, hay un sector que es el de la pobreza estructural, que puede aparecer como el perdedor, pero con tanta obra pública que se está haciendo, ahí también van a llegar los beneficios”, confió.
Se refirió también a un objetivo de máxima que espera se dé en el corto plazo y que es el pleno empleo.
Finalmente, destacó que en los 200 años de historia, 150 estuvieron gobernados por conservadores y liberales. De los 50 restantes a cargo de gobiernos que calificó como populares, “25 fueron de Rozas”, por lo que valoró el hecho que se está dando en la actualidad de “nueve años consecutivos de un Gobierno popular”.