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“Pensando en el futuro, el partido tomó la decisión, es una muestra de grandeza.”
Palabras de Darío Ranco para calificar la medida del Consejo Provincial del PJ de bajar la lista de diputados nacionales que encabezaba Carlos Caserio y poner “todas las pilas” en la elección del 23 de octubre apoyando la reelección de Cristina Fernández de Kirchner.
La necesidad de fondos pesó más que las diferencias políticas y el cordobesismo pasó a segundo plano

La decisión que tomó el Consejo Provincial del PJ, el pasado sábado, de bajar la lista de diputados nacionales se venía perfilando desde el mismo momento que el gobernador Juan Schiaretti se reunió con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el pasado lunes.

Tras ese encuentro que tuvo como eje principal la Caja de Jubilaciones y los fondos “adeudados” por la Nación el “cordobesismo” planteado por José Manuel de la Sota salió del centro de la escena para pasar a jugar entre bambalinas.
El enfrentamiento, después de los resultados del 14 de agosto, no resulta conveniente para los actores que deberán enfrentar la gestión provincial en los próximos cuatro años.

“Pensando en el futuro el partido tomó la decisión, dio una muestra de grandeza y pondremos todas las pilas para el 23 de octubre”, aseguró el funcionario del Gobierno de Schiaretti y legislador electo Darío Ranco.

Consultado por quien escribe, sobre la medida tomada por su partido indicó además: “Es un hecho saludable para el peronismo en su conjunto, vamos a consolidar el Gobierno provincial y nacional”.

Efectivamente, de la Sota necesita para retornar al Sillón de la Gobernación cierta tranquilidad financiera. Una especie de calma que sólo puede garantizar sosteniendo buenas relaciones a nivel nacional y asegurando el flujo de fondos para no tener que recurrir a la emisión de bonos como en algún momento se amagó.

“José Manuel siempre tuvo gestos conciliadores”, marcan en su entorno para fundamentar esta especie de “marcha atrás” en la rebeldía cordobesa.
El propio Ranco consideró que armar la lista propia, en forma paralela al Frente para la Victoria, no fue un error.
Los muchachos de Perón agitan el 7% obtenido por la “boleta corta” en la primaria como un reconocimiento (ya que obtuvo más del 1,5%) y miran hacia adelante.

“Somos parte, formamos parte del mismo movimiento. Somos todos peronistas y acá hay un común denominador: la gente.
A la gente no le interesa las peleas ni que se baje la lista, nosotros tenemos que trabajar para solucionar sus problemas.”
Palabras de Ranco en una charla sostenida ayer.

¿Resignará de la Sota sus aspiraciones presidenciales? Seguramente, no.
¿Confiará Cristina en el mandatario electo cordobés? Posiblemente, no.
Sin embargo, hoy el liderazgo de la presidenta es tan fuerte que trascendió a las divisiones de un peronismo que como decía su máximo líder mientras más se pelean, más se reproducen.
Y la oposición sigue en el papel de espectador.