Escribe: Alexis Zegatti

Ricardo Gutiérrez y Colón no supieron sacarse ventaja en el partido disputado en "Tierra Santa", donde el viento tuvo como ladero el mal juego y así ambos terminaron igualando cero a cero.
Desde el primer minuto se entendió que iba a ser disputado en el medio, por la gente que dispusieron ambos en dicho sector (principalmente el visitante) y entonces terminaron prestándose la pelota durante casi todo el encuentro.
De esta forma, sin elaboración de juego, era muy difícil poder llegar con peligro al arco, salvo una desatención, y justamente fue la defensa "rojinegra" la que se descuidó cuando el balón le quedó a Figueroa, pero su remate se fue por encima del arquero.
El local sufría la ausencia de Valle (lesionado), Le Roux (cinco amarillas) y Depetris (expulsado), mientras que a su rival le faltó el empuje típico de Luppo, un león en el mediocampo.
Y con estos faltazos, sumado a la ausencia de fútbol, el espectáculo se transformó en un bodrio, a punto tal que, sumada a aquella de Figueroa, sólo se visualizó un tiro libre de Bersano que se fue cerca del ángulo en el primer tiempo.
La visita, en tanto, inquietó con remates de lejos a través Rivera (siempre encontró bien ubicado al arquero local) o, sobre el final, un disparo sin potencia cruzado de Chocobares.
La visita, además, cuando promediaba la primera etapa, le protestó a José Martínez una jugada en la cual Ceballos habilitó a José Fernández, quien cayó en el área pero se notó que Barrera llegó antes a la pelota, por lo que el árbitro correctamente dejó seguir.
En la segunda parte pareció que los dirigidos por Perossi se adelantaban en el campo e iban en busca del triunfo pero sólo fueron aproximaciones sin real peligro.
Hasta que llegaron instantes fatales para Colón. Es que Rivera, a los 14 minutos, tras recibir la infracción de Grangetto, reaccionó, golpeó a su rival y fue expulsado y en la siguiente, Juan Fernández no dejó salir jugando a Barrera, se ganó la segunda amarilla y Colón sufrió su segunda expulsión en cuestión de segundos.
Dichas expulsiones le permitieron crecer al equipo comandado por Valle pero igualmente no tuvo una idea para elaborar una jugada de peligro.
Ante estas bajas, Perossi movió el banco, restructuró el equipo, ubicó a Mansi en el mediocampo y a Demichelis como único delantero.
De esta manera, y ante la falta de elaboración del rival, el equipo Rojinegro no pasó sofocones y hasta pudo ganarlo cuando Mansi tiró su disparo por arriba del travesaño tras una buena jugada elaborada entre él y Chocobares; como así también con dos acciones en la cuales a Demichelis le faltó mejor puntería.
En el local, la desesperación e impotencia de no poder generar peligro con dos hombres de más provocó que se le hiciera imposible inquietar a Brignone, aunque sobre el final contó con una contra que manejó mal Bersano.
Fue empate, y justo, porque ninguno hizo mérito alguno para poder llevarse algo más que un punto. Repartieron y fue parejo.

El árbitro

José Martínez. Excelente arbitraje del sheriff. No se equivocó nunca y acertó en las expulsiones. Correcto también al no cobrarle un supuesto penal a José Fernández.

La figura

En un partido donde el viento y la lucha fueron los máximos protagonistas, Claudio Grande se destacó cuando su equipo quedó con dos hombres menos. Se hizo cargo del medio y le hizo honor a su apellido. También fue importante la labor de Mansi y, en el local, se destacó Mancilla.