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Rivas cabecea y la pelota se va larga. El delantero fue mal asistido y tuvo poca participación en el juego |
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Escribe: Juan Manuel Gorno
Los que dicen que el "partido perfecto" es aquel que termina 0 a 0, quizás nunca fueron testigos de algo tan imperfecto como lo registrado ayer en Plaza Ocampo.
La presentación del renovado Alumni y la visita del "bien reforzado" Central Córdoba de Santiago del Estero, no encendieron siquiera el entusiasmo a la hora del fútbol. Y el viento, gran protagonista de la tarde, se llevó las penas para otra oportunidad.
Si hablamos de Alumni, concretamente, hay aspectos para preocuparse porque en los primeros 45 minutos casi no pateó al arco. Y en el complemento, cuando tuvo las riendas del juego, no supo encontrar los caminos para llegar al gol y debió resignar dos puntos en su debut como local.
Acelerado de arranque, el equipo villamariense careció de inteligencia para ser profundo y entró enseguida en la batalla que le propuso el rival en la mitad de la cancha. Encima, en la última línea, si bien nunca faltó la garra y el sacrificio para salir a cortar cada avance santiagueño, se apeló demasiado a defender con infracciones ante un solo punta que puso el "Profe" Daniel Córdoba: Lisandro Sacripanti.
Precisamente, la picardía del ex Talleres para trabajar de espaldas al arco y generar faltas, le permitió al visitante la gestación de situaciones de gol mediante jugadas en pelota detenida.
Con viento a favor, cada tiro libre de Central Córdoba cayó envenenado sobre el área local y llevó riesgo sobre el arco de Sebastián Hernández.
El portero se quedó primero con un cabezazo de Federico Pereyra y luego Damián Fernández (ex Alumni y Racing) tuvo dos chances por la misma vía, pero mandó un cabezazo por arriba del travesaño y más tarde ensayó una mediavuelta con poca precisión, a un metro del arco.
Lo cierto es que Central Córdoba superpobló de hombres el mediocampo para intentar siempre cortar los circuitos de juego de Alumni. Sin embargo, con Sacripanti casi en soledad, tampoco eso le sirvió al visitante para desnivelar con el balón en su poder.
Una excepción a la regla fue Pablo Andretich, quien complicó un poco por la franja izquierda, provocó dos amonestaciones (Riggio y Yocca) y cerca estuvo de marcar con un remate que se perdió cerca del segundo palo, a los 28 minutos.
Sin juego colectivo ni sociedades interesantes para desequilibrar en ataque, Alumni debió resguardarse en la inspiración individual de Diego Manicero, pero este recién pudo llegar con sumo peligro sobre el final de la etapa, cuando recibió del "Tanito" Riggio, encaró hasta el fondo y tocó al medio, donde Esteban Rivas no alcanzó a poner el botín para empujarla a la red, en la única acción clara que tuvo el local en la primera etapa.
AIMAR ACLARA
Después de una película de terror, Alumni salió con otra actitud en el complemento y, al minuto nomás, Manicero se encontró en el área con la pelota y sacó un disparo violento que José Burtovoy, con grandes reflejos, terminó por desviar al córner.
De todas maneras, la mejor versión del equipo de Riggio se vio con el ingreso de Juan Aimar. Y es lógico. Cuando se necesita claridad, el playosense otorga un aire fresco al juego con sus toques cortos en una cancha chica y parece hablar el mismo idioma con Fernando Brandán, quien estuvo poco activo en la primera etapa.
Al mismo tiempo, Central Córdoba disminuyó su presión en el mediocampo y entonces Sergio Zanabria pudo acompañar a los volantes mencionados.
Así, el equipo villamariense se instaló definitivamente en campo contrario y trató de desnivelar con Brandán o Manicero por la derecha, más el aporte del "Tanito" Riggio y las subidas de Yocca.
Central Córdoba quedó parado de contragolpe y tuvo una chance por ese camino cuando Sacripanti habilitó a Agustín González Tapia, pero la finalización del ex Alumni y Sportivo Belgrano fue cortada con lo justo por Lencinas y luego terminó en las manos de Hernández.
Al final, un remate de Manicero que se desvió en un rival y el ingreso de Federico Depetris y Lucas Gómez en el ataque, buscaron motivar al hincha fortinero que pedía ganar en casa. Sin embargo, todo quedó en la nada.
Alumni terminó sin ideas para quebrar la resistencia de Central Córdoba y quedó limitado por la expulsión de Yocca (doble amonestación). Por eso el cero se impregnó en la "Placita" y dejó una mueca de desazón en la gente, que deberá seguir esperando algo más en los próximos partidos.
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