Su biografía podría titularse como "La lucha contra la adversidad". En su dilatada trayectoria profesional, supo sobrevivir no sólo a los diferentes cambios de tendencia que ha soportado la cuestión musical con el paso de los años, sino también a una serie de desdichas personales que parecían perseguirle. Roy Kelton Robinson, nacido en Vernon, Texas, durante 1936, fue identificado por el público mundano, sencillamente, como Roy Orbison. El ha sido uno de los portentosos poetas del pop, fundamentalmente de los que impulsaron esa corriente durante la década del sesenta. Su voz matizaba exactamente las palabras que estaba profiriendo y, en consecuencia, su técnica resultaba espléndida.
Todo vestido de negro o todo de blanco, su imagen se proyectaba algo grotesca, de tez pálida, gruesos anteojos negros y con alta graduación en sus cristales, un jopo exageradamente prolongado sobre su cabeza, sin mover más músculos que los de su propia boca, en una actitud de autocontrol fuera de lo normal, Orbison le cantaba básicamente a la soledad y al amor. Su carrera tardó en arrancar, hasta que se topó con el estilo ideal para su caudal de voz. Contenidos con una gran carga emocional romántica, fueron los elementos cautivantes para buena parte de los jóvenes de su época que vieron en Roy, al intérprete bohemio y melancólico que estaban esperando. Con el paso del tiempo, su inclinación meramente country fue revirtiendo su dirección y acercándose, en consecuencia, hacia el rockabilly y el country-rock. Trabó amistad con otro pionero, músico tejano como él, el famoso Buddy Holly (cumpliría 75 años esta semana). Juntos grabaron en los estudios de Norman Petty (mánager de Holly) en Clovis (Nuevo México), dos éxitos rotundos y muy requeridos en la mayoría de las tiendas de discos, "Tryin’ to get to you" y "Ooby dooby". A lo largo de su historia musical, muchas son las canciones de Orbison que sonaron como favoritas pero a la hora de elegir su obra emblema, la que todos reconocen inmediatamente, debo mencionar a ‘Oh! pretty woman’ que vendió un millón de copias sólo en su primera producción (un logro nada discordante, fundamentalmente considerando que corrían los ‘60). Tras haber prestado a los Everly Brothers una canción que le escribió a su esposa Claudette y que resultó todo un suceso, Roy Orbison consiguió un contrato con el prestigioso sello grabador RCA, compañía que le envió a Nashville para grabar bajo la producción de Chet Atkins. Finalmente, Roy abandonó el rock and roll para incursionar en el terreno de las baladas, en el marco de ritmos en paulatino ascenso y adornados por instrumentos de cuerda y suaves coros masculinos. Luego llegaría su primer número uno y su primer Disco de Oro con la cita titulada "Only the lonely".
Orbison se mantenía en primera línea, a pesar del síndrome Beatles que, por aquellos años, pesaba sobre todos los músicos. El primer gran golpe personal se produjo cuando viajaba en motocicleta con su esposa y, tras un accidente, ella pierde la vida de manera instantánea dejándolo a cargo de sus tres hijos. Escribió una canción sobre el hecho luctuoso que fue un gran éxito en las listas británicas y al que tituló "Sabes que ha sido demasiado pronto". Todavía le esperaba un duro revés, quizá mas traumático que el citado precedentemente.
Mientras estaba de gira por el Reino Unido, se produjo un incendio en su casa de Tennessee, a raíz del cual perdieron la vida dos de sus hijos. A partir de ese desenlace, no pudo volver a sostener las riendas de su vida y fue desmoronándose de a poco.

Los cines de Villa María

En lo concerniente a los recuerdos de lo nuestro, de los "tesoros" villamarienses, siempre ha de resultar grato lanzar una mirada retrospectiva al circuito de los cines locales.
Echamos mano al baúl mágico y comienzan a aparecer las salas del Opera, Monumental, Premier, Broadway, Alhambra, Ambassador y el Plaza (después Astoria, en Villa Nueva).
Las familias Fiorano y Cravarezza, ligadas directamente a estas empresas que tantos buenos momentos hicieron vivir a los habitantes de este querido suelo.
El Premier, por ejemplo, fue el primero en ofrecer funciones continuadas y de trasnoche. En tanto, el cine teatro Broadway (hoy Teatro Verdi) fue escenario de la presentación de figuras de gran envergadura del ambiente teatral. Sin lugar a dudas, el cine como tal, ha sido una de las instituciones que ha gravitado y permanecido en la memoria de la mayor parte de nuestra comunidad.
Hasta la próxima...
Atilio Ghezzi
Especial para EL DIARIO