La Cámara del Crimen de Bell Ville y 12 jurados populares comenzaron a juzgar el lunes al policía Gustavo Mariani, acusado de haber matado de un tiro al tambero Héctor Clemente Gómez.
Más de 10 testigos comparecieron ante jueces y jurados durante la extensa audiencia oral y pública que se llevó a cabo en los Tribunales bellvillenses desde las 13.30 hasta las 15.30.
De este modo, todos los testigo previstos por las partes ofrecieron sus dichos ante magistrados y ciudadanos responsables de emitir su parecer en el proceso.
Para hoy, está previsto que, a partir de las 8.30, la querella y el fiscal hagan sus alegatos.
Luego, jueces y jurados populares pasarán a deliberar y la sentencia, al parecer, será dictada recién la semana que viene.
“Homicidio doblemente calificado” es la carátula de la causa, y la doble calificante se debe, por un lado al uso de arma de fuego y por el otro a la condición de funcionario policial del acusado.
El fiscal de Instrucción de la causa solicitó que el policía Mariani sea castigado con la cadena perpetua.
No trascendió lo que pedirá la querella en su alegato.
No obstante, es de suponer que no pedirá menos que el ministerio público.

El hecho que se juzga

El hecho que se ventila en la Cámara del Crimen bellvillenses tuvo lugar en la zona rural, cerca de La Laguna, donde trabajaba la víctima, durante un operativo policial.
Los dos uniformados que participaron del procedimiento, Mariani era uno de ellos, en aquella oportunidad manifestaron que Gómez, quien circulaba a bordo de una camioneta Ford F 100, lo hacía de manera “sospechosa” y por eso quisieron identificarlo.
Sin embargo, desde un principio no quedan claros los detalles de lo acaecido.
El confuso procedimiento policial con desenlace fatal involucró de manera directa o indirecta, a cuatro localidades de la región (Bell Ville, La Laguna, Idiazábal y Arroyo Cabral) y volvió a poner el urticante tema del gatillo fácil, una vez más, en la palestra.
Poco después del deceso de Gómez, fue detenido el suboficial Mariani.
Por disposición del fiscal de los Tribunales de Bell Ville, Arturo Aliaga, dispuso que se receptaran inmediatamente los testimonios de los efectivos que participaron del hecho y se realizaran los peritajes correspondientes.
Los dos uniformados que implicados en el hecho prestaban habitualmente servicio en la dependencia policial de Idiazábal, a unos 20 kilómetros de donde ocurrió el procedimiento que terminó con la vida de Gómez.
Héctor Clemente Gómez, de 46 años, quien trabajaba en un campo de La Laguna, murió a causa de un disparo que recibió alrededor de las 2.30 de la madrugada de aquel 2 de febrero de 2010.
El hombre transitaba por la ruta 6 a bordo de una camioneta Ford F 100.