“Parece un tema insignificante, pero después de hablar con una veintena de empleados de farmacia, nos damos cuenta de que genera muchísimos problemas que se pueden evitar”, dijo Matías Sánchez (foto), delegado departamental de la Defensoría del Pueblo de la provincia.
Así se refirió a la cuestión de la ilegibilidad de la letra de los médicos en las recetas. “Hay empleados de farmacia que hasta corrieron el riesgo de perder el trabajo, porque se produce un margen de error importante”, aseguró Sánchez.
“Pero más grave aún es el riesgo de la población, que puede ingerir un medicamento que no es el recetado”, agregó.
Por esa razón, le pidió por nota al Círculo Médico, que arbitren las medidas necesarias para generar instrumentos que resuelvan la cuestión.
Dijo además que pedirá adhesiones de instituciones de la ciudad, como el Concejo Deliberante.