Con una emocionante ceremonia que se realizó en el Concejo Deliberante de esta ciudad, se le rindió anoche homenaje a Gustavo Ballas, al cumplirse 30 años de la obtención del título Mundial Gallo Juniors de la AMB.
Con la presencia de la mayoría de los concejales, autoridades municipales, funcionarios provinciales, amigos de la infancia, boxeadores y entrenadores, miembros de las anteriores y de la actual comisión municipal de box, Gustavo recibió un merecido homenaje, para recordar aquella fecha que quedó grabada en la memoria colectiva como uno de los hechos deportivos más trascendentes de la historia de la ciudad.
A lo largo de casi dos horas se revivieron anécdotas y recuerdos de la infancia, del boxeador y del hombre.
El maestro de ceremonia fue el locutor y animador Miguel Angel Borsatto quién relató una síntesis de su carrera, y posteriormente dio el pase para que se emitiera un breve vídeo de los tiempos de boxeador, con instantes de sus combates ante “El Chacal” Maruyama y Suk Chul Bae. Cuando se re-encendieron las luces Gustavo estaba emocionado y el público presente aplaudiendo de pie al boxeador, al campeón y al hombre.
A su turno el presidente del Concejo Deliberante Javier Suppo señaló que “es un reconocimiento de la ciudad por ese título que cumple 30 años y por lo que hace todos los días”.
Posteriormente hablaron los periodistas Sergio Vaudagnotto y Gustavo Ferradans, que junto a Rubén Rüedi motorizaron la idea del homenaje para que se realizara en “La casa del pueblo”.
Seguidamente, el médico y, por entonces, comentarista de boxeo de Radio Villa María, Arturo Moroni (lo siguió en 105 de sus 120 peleas), dijo que “Ballas era un boxeador exquisito” y contó recuerdos de algunas peleas, en especial las que sostuvo con José Narváez y con Santos “Falucho” Laciar.
Luego fue el turno de Darío Ranco “yo soy amigo del barrio de Gustavo, y cuando fue campeón del mundo y lo recibieron en el club Rivadavia, a la vuelta de donde nos criamos de pibes, yo le dije ese día a un periodista que no iba a ver al campeón, iba a ver a mi amigo Cocoliche”.
Durante la ceremonia Ballas recibió un presente de la Secretaría de Desarrollo Humano (con la que colabora a diario con sus charlas para recuperar adictos), y plaquetas por parte de AERCA y del mismo Concejo Deliberante.
Luego fue el turno de las palabras del ex campeón del mundo, que rememoró distintos momentos de su vida. Entre otras cosas habló de su infancia mencionando a Darío Ranco y al actual auditor General Ricardo Borsato, entre sus amigos.
Evocó aquella noche que se consagró en el Luna Park y el valor de “ese cinturón que todavía pecha cuando uno necesita golpear una puerta para pedir un favor”.
Agradeció posteriormente “a los concejales”, “a Luis Pieckenstainer, mi primer sponsor con el Supermercado Baudino”, “a Pedro Fernández, un tipazo que es mi amigo”, también a los boxeadores y a los entrenadores presentes (Ricardo Rivera, Sergio Merani y Jorge Alassia), al doctor Eduardo “Lalo” Rodríguez “porque juntó el dinero de la fianza y me dijo algo que siempre tengo presente: todo hombre merece otra oportunidad”.
Las últimas palabras fueron para destacar el apoyo de su compañera y esposa, Myriam, que está a su lado hace 26 años, a sus hijos Valeria y Gustavo; y para “un maestro, Alcides Rivera, que también era un poco psicólogo de sus pupilos”.
El hombre dijo “hoy (por ayer) me emocioné al leer EL DIARIO y ver que me habían dedicado un suplemento de 8 páginas… ¡¡¡guauu!!!, me quedé sin palabras. Hoy volví a vivir la década del ‘80” y remarcó sentirse “un tipo con suerte”.
Al final, casi a modo de confidencia, contó que “el año próximo, es posible que con ayuda del municipio, pongamos un gimnasio de boxeo y me dedique a enseñar boxeo, pero le voy a exigir a mis pupilos que también estudien”.