Cuando todo el mundo pensaba o sospechaba que el nombre de su nuevo CD “Ten” era por ser su décima producción y que había jugado un poco con el inglés, él se encargó de aclarar que, además de esos detalles, lo más importante del nombre tenía que ver con “dar sin recibir nada a cambio”. Eso es Javier, un músico que constantemente demuestra amabilidad y afecto con sus colegas y con su público al que le regala tan buena música.
En este nuevo álbum, si bien demuestra lo que es el jazz para él, también permite fusionar todos los ritmos que lo han formado como músico: rock, blues, funky y algo de ritmo latino.
Con su banda, conformada por Damián Carballal en percusión, Hernán Segret guitarra, bajo y voz (permitiendo a Javier usar las banquetas cuando lo necesita), Nicolás Rafetta en teclados y Tomi Sainz en batería, fue regalando uno a uno los temas nuevos.
“Disco inferno” fue el primer tema que sonó en las dos horas de show en el cual, el hijo de Walter Malosetti bromeó con el público constantemente. Continuaron temas como “Memoria del treno”, con aire ferroviario, “Bring me your cup” cantada por Segret. “Ginger tea” de su anterior álbum y “Money for nothing” de Dire Straits cerraron el pasaje.
También interpretó “Delpo” un tema que le dedicara a Del Potro luego de que ganara el US Open (aunque parece que el tenista no lo apreció del todo, por eso Javier adelantó que va a empezar a dedicar canciones a gente que no quiere como a Sofovich). El cover de Deep Purple “Maybe I’m Leo” fue el cierre, luego de aclarar que “escuchaba cosas de chico que no eran bol...”.
Más allá del nombre de los temas y de la calidad del show, lo que hay que rescatar que Malosetti pasó por Córdoba y dejó bien en claro por qué es uno de los mejores bajistas y músicos del país brindando su virtuosidad a los cordobeses.

Juan José Coronell
Especial para EL DIARIO