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El grupo a pleno antes de entrar a la "ruta de la muerte". En la otra foto, el precipicio a tan sólo un pie |
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Si a usted lo invitaran a pasar once días fuera de casa y recorrer 6.200 kilómetros en moto para transitar por la llamada "ruta de la muerte", presumiblemente lo pensaría dos veces. Pero no es el caso de los 18 intrépidos villamarienses que partieron de nuestra ciudad el 18 de agosto y volvieron el 28 del mismo mes luego de trazar el mentado sendero peligroso por rutas bolivianas y regresar por el desierto chileno, padeciendo intermitencias climáticas y temperaturas bajo cero. Dos miembros de la cofradía motoquera, Horacio Marco y Fabricio Dal Molín, ya han sido nombrados en una nota publicada en este medio sobre un extenso viaje en dos ruedas que realizaran en agosto del año pasado, en el cual recorrieran el norte argentino, parte de Paraguay, Brasil, Perú y Chile en 23 días y más de diez mil kilómetros. En tal ocasión, el grupo había sido completado por Eduardo Bonzi y Flavio Brea. Precisamente Brea y Marco, fueron los iniciadores en este tipo de travesías transnacionales cuando en 2004 alcanzaron los 8 mil kilómetros en 17 días, arribando hasta Cuzco, Perú, y regresaron por tierra transandina, a bordo de sus rodados. Planificación de cuatro meses Para desarrollar la "Ruta de la muerte", Marco subió un peldaño más a su condición de "organizador" en la planificación de la travesía. Cuatro meses antes, envió un comunicado a todos los aficionados locales en la materia para ver "quién se prendía". Luego de varias reuniones previas, algunas bajas y otras incorporaciones a último tiempo, Horacio -arquitecto de profesión- diseñó un modelo de carpeta con todos, absolutamente todos los datos necesarios para realizar el viaje. Desde las rutas delimitadas y la guía detallada de actividades día por día hasta el nombre, la dirección y las personas a cargo de los hoteles donde iban a pernoctar en los tres países visitados. Tal era el nivel de rigurosidad que hasta se contó en esta oportunidad con un mecánico (Martín Calí) y un médico en el plantel (Ramiro Ballarino) y un auto de apoyo (conducido por Javier Andrés Quadro) enganchado a un trailer, por cualquier inconveniente con los rodados menores (aunque finalmente no se utilizó). El trayecto contó con los tramos: Villa María-Tucumán, Tartagal, Yacuiba y selva boliviana, Santa Cruz de la Sierra, Cochabamba, La Paz (a 4.200 m de altura), Coroico, la "Ruta de la muerte", La Paz, Paso de Chungará (a 4.800 m de altura) hacia Chile, Arica, Iquique, San Pedro de Atacama, regreso a Argentina por Salta, Termas de Río Hondo y llegada a nuestra ciudad. En tanto, el plantel se completó con: Sergio Besso, José Chalita, Eduardo Domenech, Carlos Fiuri, Alejandro Fontaneto, Gustavo García, Gustavo González, Carlos Levrino, Osvaldo Meichtri, Carlos Sampo, Carlos Terrestre, Mario Troxler y Víctor Urbani. "Sin nafta para extranjeros" En palabras de Marco, el famoso camino tiene por dificultades mayores: su ruta angosta y pedregosa, la altura de las montañas donde se transita en doble mano y el acechante precipicio que la bordea. Sumado a ello, la decisión de viajar de noche y en el marco de un clima cambiante: "Durante cinco horas, pasamos de templado a frío con dos o tres grados bajo cero y con lluvia. A medida que subíamos la niebla nos molestaba la visión, que se reducía a un alcance de tres metros". No obstante, rescató que "se formó un buen grupo humano que se adaptó bien a pesar de que muchos realizaban su primer viaje. Ahí se vio la resistencia de cada uno, de pasar de estar pensando ‘qué hago yo acá’ hasta poder terminar el recorrido y disfrutarlo con todos". Por último, señaló que prácticamente no hubo inconvenientes ni nada por lamentar. Salvo que en las estaciones de servicio no vendían nafta a los extranjeros dado que "si lo hacían el comercio recibía una multa", o en ocasiones les vendían - "por izquierda"- y a un precio mucho mayor. A Machu Picchu Por otra parte, dos de los motociclistas aprovecharon el viaje y se despegaron del grupo para conocer Machu Picchu en Perú. Ellos son: José Chalita y Mario Troxler, quienes arribaron a Villa María un par de días después. Más información en Facebook: rutadelamuerte2011@hotmail.com.
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