Después del lamentable vandalismo que sufrieron sus instalaciones el domingo por la noche, la familia del club de baby fútbol San Martín recibió ayer una ayuda desde la Subsecretaría de Acción de la provincia, que dirige Darío Ranco.
A través de Jorge Barbero y la asistente social María Eugenia Brun, dicho organismo envió 24 cajas de 80 gramos de leche cada una y, al mismo tiempo, realizó un relevamiento para enviar, en los próximos días, un subsidio de cinco mil pesos que “algo puede paliar” tras el robo e incendio que padeció el club, según indicó Ranco desde la capital provincial.
El también presidente de la Federación Cordobesa de Fútbol señaló que, ni bien se enteró del grave hecho, comenzó a coordinar en la Subsecretaría que dirige para comunicarse con el presidente del club villamariense, Jorge Rabbia, y avisarle de la ayuda.
Además resaltó que la visita de la trabajadora social sirvió para respaldar el subsidio ante el ministro de Desarrollo Social, Juan Carlos Massei.
Precisamente, María Eugenia Brun comentó que vino desde Córdoba para dar “un informe de la situación, pidiendo también la partida de los Bomberos en relación con el hecho y concluir con el relevamiento de lo que se perdió y hace falta”.
De acuerdo a los datos recogidos desde la Policía, autores ignorados ingresaron a la sede del club por la chimenea, sustrajeron un motor eléctrico, un bombeador y un mini componente, hasta que finalmente le prendieron fuego a las instalaciones, lo que causó daños aún más lamentables.
Jorge Alvez, quien junto a Silvio Munch trabaja con los chicos del baby, comentó que “lo que pasó fue muy feo porque dañaron no sólo los elementos necesarios para el desarrollo del club, sino también los trofeos y las fotos de la historia”.
En otro sentido, Alvez también resaltó que “toda ayuda para el club es positiva, ya que además de lo deportivo, aquí se le da la leche a los chicos tres veces por semana y se aporta una contención social muy grande”.
De esta manera, luego de la tristeza por el golpe que sufren los chicos, por lo menos ayer empezó a sentirse un alivio.