Es notable la inversión que se ha realizado para mejorar el servicio en la Estación Terminal de Omnibus de Villa María. Pero hay un detalle desagradable que no se ha tenido en cuenta, y que sigue causando un perjuicio ambiental y estético importante: el destino de la basura.
En calle Periodistas Argentinos, en una cuadra destinada al estacionamiento de coches particulares, frente a un comedor y a un supermercado, es constante el desparramo de mercadería en descomposición, lo que atrae a perros vagabundos.
Ayer a la mañana, por ejemplo, numerosas bandejas de poliestireno estaban diseminadas por la calzada.
Creemos que un complejo de tanta actividad como la Terminal, exige un tratamiento más cuidadoso de los residuos, ya que debe ser un ejemplo de gestión para el vecindario, ya de por sí remiso a cumplir con las normas de higiene y de cualquier otro tipo.

Advertencia

En avenida Larrabure, cerca de calle Sucre, un guard- rail está deformado con la punta hacia el pavimento.
Es un riesgo más que se suma a los habituales de la circulación por la rápida arteria, que con el correr de los meses estará aún más poblada de vehículos, habida cuenta de los barrios que se están desarrollando hacia Tío Pujio, los dos mega nosocomios y el crecimiento constante de la Universidad Nacional local.

Una trampa

La imagen ilustra por sí solo el peligro.
En el puente para peatones situado al costado del puente vehicular Isidro Fernández Nuñez, que une a Villa María con el barrio La Floresta de Villa Nueva, no sólo hay un hueco importante sino que el piso se está quebrando.
Una situación que amerita la actuación urgente de las autoridades municipales de alguna de las dos Villas.