No se trata de un hecho insólito, porque ya ha sucedido alguna vez, pero sí debe convenirse que no es un episodio común.
Durante la tarde de la víspera, una mujer se acercó a EL DIARIO y entregó en Mesa de Entradas, una nota de agradecimiento a tres integrantes de la Unidad Departamental, pero solicitó que no se publicara su nombre ni el número de su documento, “porque estoy amenazada por los ladrones”.

La nota

En el mensaje la mujer (cuya identidad se reserva hasta que se asegure su resguardo) expresa que “no podía dejar pasar por alto esta gran ayuda que me han dado (durante) este fin semana tan difícil”.
Relata, a continuación, que “el viernes a la noche me sustrajeron la moto en barrio Güemes a las 0.30. Automáticamente hice la denuncia y, en ese mismo momento, el personal policial empezó a actuar”.
“Me refiero -agrega la atribulada vecina- a tres personas de la Policía de Villa María que me han brindado su tiempo y apoyo: subcomisario Maximiliano Funes, sargento Hernán Giusiano y agente Eric Sierra”.
Como conclusión, la mujer subraya que, “gracias a este grupo tan eficiente, puedo decir que he recuperado mi moto”.
Termina alentando “a la gente de Villa María y Villa Nueva que confíen y hagan la denuncia que esto (en referencia a los ilícitos contra la propiedad) se tiene que terminar”.
Un hecho delictuoso parece terminado (la sustracción de la moto), pero que la mujer no puede identificarse para expresar su agradecimiento, revela que existe otro ilícito más grave: la amenaza que le profirieron los delincuentes... eso también se tiene que terminar.