Jorge López, delegado de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) habló con EL DIARIO por el Día del Trabajador de la Sanidad, que se celebró ayer.
“En general, puedo asegurarle que estamos bien, conseguimos un aumento de sueldo que estamos cobrando de manera escalonada y que se completará en febrero del año próximo sumando un 33,33%”, dijo.
De todas maneras, en Villa María no pueden celebrar “como merecen” porque aún no se ha hecho justicia con las trabajadoras del ex Sanatorio Hernández, “a quienes después de años, todavía no les pagaron los sueldos ni el aguinaldo y mucho menos la indemnización”, afirmó.
La historia de estas trabajadoras de la sanidad se remonta a marzo de 2005, cuando en medio de una crisis terminal, el otrora prestigioso Sanatorio Hernández, cerró sus puertas dejando una treintena de personas sin empleo.
Las deudas generadas por los dueños del Sanatorio, motivaron el embargo y posterior remate del edificio del Hernández. Lo adquirió AMMA en 1.300.000 pesos, que están depositados en la Justicia sin que todavía sean abonados a las trabajadoras.
“Tengo que decirlo. Esto es porque no quieren trabajar los jueces del Tribunal Superior, sino cómo es posible que crean que un trabajador puede esperar tantos años para cobrar los sueldos que le deben”, dijo López.
Cabe señalar que la Justicia condenó a los antigüos propietarios a pagar los salarios adeudados desde diciembre de 2004, además de las indemnizaciones. Esta condena ocurrió en el año 2008, pero las trabajadoras todavía no vieron un peso.

@ El Día del Trabajador de la Sanidad

Como decíamos arriba, se conmemoró ayer, junto con la Primavera, el Día del Fotógrafo y el de la Paz Mundial, entre otros, el Día del Trabajador de la Sanidad.
La celebración surge porque el 21 de setiembre de 1935 fue creada la Asociación del Personal de Hospitales y Sanatorios Particulares de la Ciudad de Buenos Aires, un pilar esencial en la construcción del sindicato a nivel nacional.
Luego, continuaron creándose filiales a lo largo del país como Salta y Rosario en 1935, Córdoba en 1937, San Juan, Santa Fe y Santa Cruz en 1940, Entre Ríos, Mendoza y Bahía Blanca en 1944.
Todas estas primeras organizaciones de sanidad tuvieron en común tres objetivos: lograr la jornada de trabajo, lograr el mejoramiento salarial de los compañeros y un objetivo de una importancia trascendente que demostraba las inquietudes de nuestros compañeros que se lanzaban a la vida gremial: la capacitación de los trabajadores.