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Los asociados a la Cooperativa estuvieron en la sede de la CTA con Heredia y Gea |
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En febrero se conformaron en la ciudad tres cooperativas de trabajo de 16 personas cada una. Todos recibirían como aporte inicial para su sostenimiento 1.200 pesos.
Desde la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Villa María, promocionaron la conformación de una de las entidades y las otras dos se iniciaron con el patrocinio de la Municipalidad.
“Lamentablemente, la de la CTA no percibió los subsidios para estos 16 trabajadores”, dijo Jorge Heredia, secretario General de la Central, quien estuvo en EL DIARIO junto a Néstor Gea, también de la directiva de la organización y un grupo de asociados a la entidad.
Algunos de los integrantes de la Cooperativa, dijeron que se “cansaron de ir a reclamar a la Municipalidad”, que es la intermediaria por esos subsidios y que firmaron en reiteradas oportunidades los contratos para empezar a trabajar, pero “nunca nos llamaron”.
Cuando surge el PRIS -que es el programa equivalente al Argentina Trabaja de Buenos Aires-, la CTA convocó a desocupados para integrar la Cooperativa. Hicieron el curso de capacitación y eligieron como actividad principal el rubro panadería. “Las otras cooperativas de la Municipalidad se conformaron para prestar servicios de mantenimiento de espacios verdes y limpieza, entre otros. Acá queríamos iniciar una producción que le permita a los socios de la Cooperativa seguir adelante, por su cuenta, cuando no esté más el subsidio. Por eso eligieron panadería”.
Agregó que, el funcionario del área de Empleo de la Municipalidad, Camilo Banchio, avaló la decisión y cumplió con todo lo acordado “pero después, cuando fuimos al área que maneja los subsidios, que es la de Descentralización Territorial, nos dijeron que no era así”, agregó.
“La señora de una oficina nos preguntó si queríamos ‘hacer’ veredas. Nosotros dijimos que sí, que no teníamos problemas, que queríamos trabajar y cobrar. Sin embargo, todavía estamos esperando”, dijo una de las mujeres, que no advirtió en ese momento que no era claro el significado de “hacer” veredas, dado que se podía prestar a múltiples actividades (albañilería o limpieza, por ejemplo).
Así las cosas, el grupo aún no cobró los 1.200 pesos prometidos. “Lo que más bronca nos da es que sí están cobrando los de las otras cooperativas, por lo que la plata de la Nación debe haber llegado”, puntualizaron las mujeres.
Ante ese panorama, desde la CTA informaron que pidieron por nota una audiencia con el intendente Eduardo Accastello para plantear el tema y buscar una solución a la demanda de los 16 trabajadores que esperan que los llamen para trabajar y así poder cobrar el subsidio prometido.
El drama de los sin vivienda
Dentro del grupo de asociados a la Cooperativa de la CTA está Soledad Sosa, quien vive en una casa humilde del barrio Industrial que tiene que devolver a su dueño. “Yo no dejo la casa porque no tengo adónde ir con mis tres hijos. Vengo pidiendo materiales en la Municipalidad y ni me contestaron todavía”, dijo. Asegura que con esa ayuda, ellos podrían levantar paredes en el terreno del suegro, por eso quiere hacer público el pedido para encontrar una solución.
Por su parte, Carlina Sosa, quien vive en el gabín del ferrocarril como otras nueve familias, espera que haya asistencia para los más necesitados. “Hay muchos chicos que están allí y la falta de condiciones de salud, hace que sea difícil. La mayoría son mujeres solas que no tienen otra alternativa”, concluyó.
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