En los últimos años la ciudad de Villa María ha crecido preponderantemente en materia de edificios y complejos urbanos.
La cantidad de estudiantes universitarios que llega cada año requiere alojamiento para establecerse, lo que moviliza el mercado inmobiliario y lo hace redituable.
Un poco de desconocimiento en materia de contratos sobre alquileres o las zonas más o menos costosas, facilita el aprovechamiento de las inmobiliarias que realizan ajustes cuando no se debería.
Por eso es importante tener en claro algunos factores a tener en cuenta a la hora de alquilar.
Según las diferentes inmobiliarias consultadas, los departamentos con un dormitorio oscilan entre $850 y $1.100.
Los de dos dormitorios, en algunas inmobiliarias no se están consiguiendo fácilmente ya que no es redituable construirlos, oscilan entre $1.000 y $1.600.

Calidad

La calidad en la construcción es muy importante destacarla dado que determina si el departamento es estándar o de categoría.
Los complejos son más económicos que los edificios porque no cuentan con los servicios de cochera, ascensor, calefacción central, más seguridad.
El departamento estándar se caracteriza por no tener ascensor, aberturas de chapas, grifería menos lujosa.

Zonas buscadas

Estas se ubican dentro de los cuatro bulevares y entre tres o cuatro cuadras fuera de ellos.
Las zonas que los estudiantes prefieren son: el barrio Ameghino, Lamadrid (cercanía con la Terminal), Centro norte, Centro sur y barrio San Justo (cercanía con la UTN).

Metros cubiertos

Los metros cuadrados cubiertos que tiene un departamento incide en el precio, ya que si sabemos cuanto mide podemos saber si el precio es coherente.
Los departamentos de un dormitorio con 32 metros cuestan aproximadamente $750, de 40 ó 45 metros cuestan entre $850 y $900.
Los de dos habitaciones de 60 metros cuestan entre $1.100 y $1.600.

Inflación

Un tema repetitivo en nuestro país y que preocupa cada año a los inquilinos, es cuánto va a aumentar el alquiler.
Según la Ley de Alquileres 23.091, en el contrato ya se preestablece un ajuste anual de un 15% o 20% dependiendo de la inmobiliaria y el propietario.
En algunas inmobiliarias prefieren aumentar un 15% dado que consideran que mayor a eso es un exceso.
Los ajustes que serán permitidos deberán remitirse a los índices oficiales que publiquen los institutos de estadística y censos de la Nación y de las provincias relacionadas con la mercadería del ramo de la construcción.
Sin embargo hay que dejar en claro que esta ley asegura que cualquier otro índice de ajuste que se pretenda aplicar o insertar en las cláusulas del contrato de locación se encuentra expresamente prohibido, pues toda indexación de alquileres encuentra su prohibición y protección en base al enriquecimiento ilícito, abuso de derecho, usura y otras figuras similares. Y en el caso de insertarse son nulas de nulidad absoluta.
Estos simples consejos son de gran utilidad cuando leemos un contrato o vamos a visitar un departamento, nos dan cierta noción de los precios y los detalles a tener en cuenta para hacer un contrato conveniente para la inmobiliaria y el cliente.

¿El fin de las garantías?

Un nuevo tipo de cobertura de riesgos evitaría a los inquilinos el trámite de conseguir garantías personales o inmobiliarias adicionales y también eliminaría la necesidad del depósito de garantía.
La propuesta, lanzada en Córdoba por la empresa Provincia Seguros (ya funciona en Buenos Aires), implica una póliza que el inquilino contrata y cancela en un primer y único pago o mensualmente.
El seguro, además, garantiza al propietario del inmueble que podrá cobrar la totalidad del contrato y seis meses adicionales si hay una ocupación indebida, en cuyo caso la aseguradora se hace cargo del desalojo. También cubre expensas impagas.

Mayra Benejam