Escribe: Gaspar Bachanini

De movida nomás, los dirigidos por Bernadó salieron decididos a tomar las riendas del partido. Un partido que le sería duro, pero siempre hay que contar con sus apariciones individuales que forman parte de un gran equipo.
Antes del primer minuto Mauro Fuente apareció solo dentro del área pero su remate de pierna izquierda se fue por arriba del horizontal. Como para poner en alerta a una defensa “millonaria” que tendría mucho trabajo a lo largo de todo el encuentro.
La “Uni” jugaba mejor y tenía las cosas más claras, mientras que River dependía en demasía de los podían hacer Bomprezzi y Carena en la ofensiva.
Así fue que a los 9’, Martín Truglio se hizo cargo de un tiro libre en una posición ideal. La pelota esquivó la barrera y se metió en el palo más lejano de Bachanini, que nada pudo hacer ante la gran pegada del mediocampista.
A partir del desequilibrio, el equipo local comenzó a manejar los tiempos y creó peligro cada vez que se lo dispuso.
En la media hora de juego lo tuvo Matías Barbuio. El hábil jugador eludió de gran manera al arquero y definió con derecha, sin embargo apareció Arce para rechazar desde la línea y ahogar el segundo gol universitario.
River respondió por intermedio de Tais, quien después de una buena salida en contragolpe probó suerte desde afuera pero el disparo encontró buen ubicado a Rafael Ballatore.
La segunda mitad mostró más de lo mismo, aunque traería consigo una carta guardada del local: Paolo Ostiati.
El delantero, que ingresó por Fuente, en primera instancia estuvo bien ubicado para conectar un centro razante desde la izquierda y así poner el 2 a 0 a los 20’. Mientras que cinco minutos más tarde, fue el encargado de culminar una excelente combinación entre Aguirre, Rodríguez y Truglio y con un toque suave, concretar el definitivo 3 a 0.
Buen juego y recambio es lo que presentó la casa de altos estudios que de esta manera se aseguró una semana más el liderazgo de su zona.