Escribe: Juan Manuel Gorno
(enviado especial de EL DIARIO)

El problemático momento futbolístico de Alumni no pudo finalizar ayer en Sunchales. Libertad, con poco, aprovechó los instantes dubitativos que siempre suele mostrar el conjunto villamariense y le ganó 2 a 1 como local, escribiendo la cuarta derrota del "Fortinero" en seis partidos del torneo Argentino A.
La caída, no obstante, por ahora no marcó el final del ciclo de Víctor Riggio, quien dijo mostrarse entero, esperanzado en un grupo que todavía no puede saber lo que es ganar en la temporada.
Quizás el "Tano" ya no tenga la fórmula para reflotar a un equipo hundido en la tabla, pero no se puede decir que no intentó. Esta vez armó una línea de tres con Sergio Zanabria como líbero en el fondo y buscó cortar los caminos de los volantes externos de Libertad, con Hugo Yocca y Diego Villagra más adelantados. Además, los jugadores salieron concentrados y se pusieron el overol de arranque, jugando una verdadera final por el honor y los puntos.
Esa actitud fue suficiente para controlar el partido en los primeros 20 minutos, con batalla y orden en el mediocampo aunque sin profundidad en el ataque, donde Fernando Brandán y Diego Manicero no pudieron terminar bien los avances.
Esa imagen, después de varios partidos de vacío total, sirvió para entusiasmar al público villamariense que asistió a Sunchales. Sin embargo, está claro que Alumni no puede darse el lujo de equivocarse en nada. Y a los 29 minutos se equivocó –como siempre- después de una jugada en pelota detenida, donde Matías Rinaudo (borrado por la gran marcación de Diego Villagra) aprovechó una mala salida del arquero Sebastián Hernández y sólo tuvo que empujarla a la red.
Primera llegada clara al arco, primer gol rival… Alumni tenía todo en contra y sintió ese impacto por algunos minutos, en los cuales Libertad intentó tomar protagonismo desde el criterio de Ariel "Bujía" Quiroga en el mediocampo y la potencia de Brítez. Pero fue sólo por un lapso.
Faltando diez para el final de la etapa inicial, el equipo Fortinero volvió al ruedo; se movieron en ataque, Brandán la pidió un poquito más, Riggio metió personalidad y empujó mucho el "Pulga" Villagra desde el fondo. Y precisamente, a los 36’, un pase formidable del defensor, cruzado y entre líneas, derivó en la aparición sorpresiva del "Tanito", quien quedó mano a mano con Baigorria y definió de manera excelente, al palo más lejano.
Alumni lograba la tranquilidad con el empate y "pensó" el segundo tiempo con mayor orden para capitalizar la desesperación de Libertad, que también venía de perder.
No obstante, el comienzo del complemento no pudo ser peor: Libertad tuvo una inspiración colectiva para destacar y llegó al 2 a 1 por taco de Brítez, proyección y centro de Lezcano y cabezazo de Vezzani, prácticamente debajo del arco.
El equipo villamariense debió revertir la situación y tardó en encontrar respuestas, pese a que el "Tano" movió el banco y se la jugó con Aimar, el pibe Gayoso y Dopazo.
El problema fue la falta de recuperación en el medio, donde Libertad tenía la fortaleza por el juego del "Bujía" y la aparición de otros jugadores que saltaron desde el banco.
Recién cuando Dopazo pisó la cancha y se tiró por izquierda, juntándose con el "Tanito", Alumni pudo filtrarse en los últimos metros hasta merodear el área. Y fue en una jugada casi sobre el final donde más cerca estuvo del empate, cuando bajaron al propio Dopazo y el posterior tiro libre del "Pulga" Villagra fue desviado magistralmente por el arquero Baigorria.
Después de eso, no hubo tiempo para más. Alumni acentuó su crisis y el dolor de sus jugadores, en declaraciones o postales que ofrecieron desde la cancha, pareció cada vez más duro.

La figura

César Ariel Quiroga demostró que es uno de los mejores volantes centrales de la categoría. Distribuyó con criterio por el medio y le dio juego a su equipo cuando más lo necesitaba. El "Bujía", ex Alumni, se mantiene vigente.

El árbitro

El pergaminense Marcos Bocci se equivocó en la segunda amarilla a Rosales, ya que la infracción no ameritaba tarjeta. En lo demás, el juez actuó acertadamente, aunque no tuvo una buena colaraboración de sus asistentes.