En el marco de los 45 años de la institución de educación musical, se ofreció una velada con la participación de alumnos y docentes de la casa con un “invitado” especial.
Se trataba de uno de los pianos de cola del Conservatorio -aquel que fuera adquirido por el municipio y entregado apenas abriera la nueva y amplia sede en bulevar España- que por primera vez se trasladaba fuera del establecimiento para una actividad de extensión.
En la ocasión, el piano fue interpretado por el director Germán Ruiz (junto a la profesora Ana Herrera en contrabajo), para la obra “Après un rêve” de Fauré y “Le cigne” de Saint Saenz, por Pablo Balduzzi (junto al profesor Ricardo Gauna en trompeta) para la pieza “Nostalgias”, por Susana Hostar (junto al alumno José Pereyra en voz), para recrear el aria “Nel cor più non mi sento” y por Susana Broggi (junto a Silvana Juncos), para interpretar “Capricho XXIV” de Benny Goodman.
Luego llegaría el turno de los alumnos de: Lautaro Sánchez, de 3º año, Clara Muñoz Longo del Nivel Inicial IV, Elisa Mercatante de 1º año, Agustina Sol y Jeremías Jalil (a cuatro manos), de 5º y 1º año, Emiliano Cornaglia de 1º año, Iván Truccone, César Giovana e Ignacio Seia. La noche también comprendió la presentación del “Preludio de primavera” a cargo del profesor Fabricio Valvasori en violín y de una banda “ad hoc” que interpretó “O sole mio” junto a José Pereyra. También participaron Gerardo Mioti, el trío Verónica Ambrosini, Virginia Rivarola y Patricia Teghillo (flautas traversas y contrabajo), Marcos Huang (violín), Franco Rubiolo y con obras de Dotzauer, Haydn, Dvorak y Händel.
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