Edicion: 2015-07-01
Hoy en Tapa de Papel | Ediciones Anteriores
NOTICIAS SUPLEMENTOS SERVICIOS CONTACTO QUIENES SOMOS
Portada  »  Suplementos especiales  »  Una rosa blanca para El Zorzal
27 de Septiembre de 2011
De cuando Carlos Gardel cantó en Villa María y otros asuntos
Una rosa blanca para El Zorzal
Compartir Compartir Imprimir

Pájaros siempre hubo
y de especie muy variada
solitarios o en bandada,
o en jaula ¿quién no tuvo?
Llenando de aire de trinos
y de gorjeos la fronda
cantando con mucha onda
con esos tonos tan finos;
cual músicos callejeros
dando silbos pasajeros.

Mas una gola entre todas
que no tuvo similar
que no cantó por cantar
y superó varias modas,
un día posó su estampa
en el Teatro Capitol
y hasta se detuvo al sol
pa’ admirar la garganta
aquel cantor sin igual
que mentaban El Zorzal.
Era un apacible día sábado. El hombre caminaba por las calles de Villa María como quien lo hace por su propia casa. Parecía un vecino más, a no ser por el puñado de gente que lo acompañaba desplegando toda clase de cortesías.
A las seis de la tarde llegó hasta la casa del director del periódico más importante de la ciudad, personaje de gran sociabilidad y fervor ciudadano. Así fue como Carlos Gardel y Salomón Deiver compartieron unos mates, intercambiaron chistes y se estrecharon en un interminable abrazo.
Al cantor nacional le hubiera gustado conocer también a otro vecino representativo, pero Amadeo Sabattini no se encontraba en la Villa.
Entonces, Gardel siguió a su anfitrión, Lucas Andrada, hasta el domicilio de éste, en la actual calle Hipólito Yrigoyen, y luego de saludar a la familia caminó las tres cuadras hasta el café “El Ideal”, de San Martín y Corrientes, donde compartió un momento con los parroquianos del lugar derrochando candor y simpatía con notable espontaneidad.
Después, también caminando se fue hacia el Palace Hotel, donde se alojaba con sus músicos y luego de un baño reparador llegó el momento de la cena en el comedor de Montagner, en la esquina de José Ingenieros y Catamarca, donde actualmente se encuentra el Correo Argentino.
A la hora señalada de aquel 12 de agosto de 1933, El Zorzal Criollo pisó las tablas del Cine-Teatro Capitol -actual Teatro Verdi- y con los primeros trinos de su voz la sala colmada de público se estremeció con los aplausos.
Desde la avenida Yrigoyen, entonces calle General Paz, muchísima gente esperaba el final de su actuación con la impotencia de haber llegado cuando las entradas ya estaban agotadas.

Corazón de pueblo

Fueron varias las veces que el cantor se despidió del público para volver enseguida a entrar al escenario y seguir cantando, ante los repetidos e intensos aplausos. Pero Gardel tenía corazón de pueblo y para que nadie se quedara con las ganas, salió a la calle y subido a la caja de una camioneta junto a sus dos guitarristas, también cantó para los que se quedaron afuera.
Luego de su presentación en Villa María, el artista emprendió viaje rumbo a Marcos Juárez, donde lo aguardaba un ansioso público al que también deslumbró con el cristal de su voz.
Dos años después de aquella inolvidable noche, el 24 de junio de 1935 desde Medellín llegaban las noticias, confusas en un principio, inciertas luego y al final con casi certeza de que Carlos Gardel había muerto en un accidente aéreo.
Y el dolor... los corazones villamarienses se estrujaron en la angustia colectiva y el llanto acudió espontáneo a los ojos de la gente. Había muerto Gardel y como el humo de una repentina fogata su nombre subía hacia las alturas inconmensurables del mito.
En Villa María el frío calaba los huesos de aquel lunes de junio. El invierno recién comenzaba. La plaza Centenario, a punto de ser inaugurada, mostraba la desnudez de lo nuevo.
De pronto, las calles céntricas, por donde pasaba la vida cotidiana de la creciente ciudad de treinta mil habitantes, comenzaron a poblarse de gente inusualmente, por ser día lunes.
Es que la noticia había expulsado a los villamarienses de sus casas. El dolor había enfriado las almas y era necesario salir para amucharse en la pena. Nadie se dio cuenta del gélido clima invernal.
Había muerto Gardel; el amado Carlos Gardel. Había muerto un pedazo argentino.
Alguien pasó frente al Capitol y dejó una rosa blanca en la puerta.
Allí, dos años atrás, había derramado su trino El Zorzal del pueblo.

Otras notas de la seccion Suplementos especiales
  • “Es necesario que los trabajadores sean blanqueados”
  • Grupo colombiano toma el control de Libertad
  • Fuerte contrapunto entre la UIA y la CAME por los datos
  • Córdoba recibió 297,3 millones más que el año pasado
  • Nueva forma para buscar "laburo"


  • Humor
    Noticias » Locales » Regionales » Policiales y Judiciales » Deportes » Culturales » Especiales » Opiniones
    Suplementos » Tiempo de Salud » Arquitectura » Horas Libres » Rural » Cultura » Viajes »
    Archivo formato anterior » 2001 » 2002 » 2003 » 2004 » 2005 » 2006 » 2007 » 2008
    Servicios » Fúnebres » Clima »
    REPORTÁ UNA NOTICIA

    Si tenés una noticia comunicate
    E-mail: lector.escribe@eldiariocba.com.ar
    Teléfono: 0353-4523976 (Redacción)
    PUBLICIDAD

    E-mail: publicidad@eldiariocba.com.ar
    Teléfono: 0353-4523976 (Publicidad)
    Celular: 0353-154199702
    NUESTROS DATOS

    El Diario del Centro del País es editado por la Cooperativa Comunicar en Periodistas Argentinos 466/474, ciudad de Villa María, República Argentina
    Teléfonos: 0353-4523976 y 0353-4613126
    E-mail: eldiario@eldiariocba.com.ar

    Copyright 2008-2024 Cooperativa Comunicar.   WfxGroup - Administracion de publicidad para sitios de alto trafico - Villa Maria - Cordoba WfxGroup - Diseño y programacion Web - Villa Maria - Cordoba