Un mecánico y un albañil villamarienses fueron nuevamente condenados ayer por la Cámara del Crimen local, luego que confesaran haber participado en un audaz asalto ocurrido hace ya tres años en una distribuidora de esta ciudad.
Se trata de Germán Alberto Gamero y Alejandro Fabián Gómez, quienes recibieron penas unificadas de siete años y seis años y seis meses de prisión, respectivamente, tras ser declarados coautores del delito de “robo calificado” en perjuicio de los propietarios de la Distribuidora Mayorista “Yayana” SRL, ubicada en Orcadas Argentinas y Puerto Rico, en barrio Industrial.
Gamero, de 37 años de edad, y Gómez, de 47, cuentan con frondosos prontuarios policiales y penales, en su gran mayoría por delitos contra la propiedad, hechos que le valieron varias condenas, tanto en el ámbito del ya disuelto Juzgado Correccional como en la mismísima Cámara en lo Criminal.
Por este motivo, los dos fueron declarados reincidentes, circunstancia legal que les impedirá acceder al beneficio excarcelatorio de la “libertad condicional” y sólo podrán requerir la aplicación del instituto legal conocido como “libertad asistida”, que permite el egreso sólo seis meses antes del cumplimiento total de la pena impuesta.

Hace tres años

Ambos presidiarios se encuentran detenidos desde el 24 de setiembre de 2008, horas después de asaltar la firma de barrio Industrial, de donde junto a un tercer sujeto (que nunca fue detenido ni identificado), se llevaron 6.000 pesos en efectivo, otros 10 mil pesos en cheques, un reloj pulsera y dos anillos de oro.
Por este episodio delictivo, tanto Gamero como Gómez recibieron penas de cinco años de prisión, pero como el pasado 10 de setiembre ambos fueron juzgados y condenados por la Cámara Quinta del Crimen de la ciudad de Córdoba por el robo de un automóvil Peugeot 206, debieron unificarse ambas sentencias.
Así, el mecánico fue sentenciado a siete años de cárcel, mientras que a Gómez se le impuso una sanción levemente inferior: seis años y medio.

Jueza y partes

El juicio oral y público fue presidido por la camarista Silvia Saslavsky de Camandone y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y de la asesora letrada Silvina Muñoz, quien ejerció la defensa de ambos individuos, mientras que la secretaria actuante fue Gabriela Sanz.
Como Gamero y Gómez reconocieron el hecho que se les atribuía, el fiscal Márquez solicitó que se le imprimiera al debate la modalidad del juicio de trámite abreviado, con lo cual se omitió la recepción de pruebas testimoniales en la sala de audiencias ubicada en el quinto pido de los Tribunales de calle General Paz.
El proceso se demoró más de la cuenta porque fue elevado a juicio recién hace algunos meses. La causa penal por la sustracción del vehículo, cometido previo al asalto en la distribuidora, se realizó de manera independiente y terminó juzgándose en la capital provincial.
En rigor de verdad, ambos hechos debieron haberse tramitado en un mismo expediente, pero por esas cosas que tiene la Administración de Justicia, corrieron por cuerda separada.

La detención

Gamero y Gómez fueron apresados en la zona rural de Noetinger, poco después que protagonizaran un serio accidente carretero.
Al momento de ser detenidos, se determinó que uno de ellos acababa de salir del Establecimiento Penitenciario Nº 5, mientras que el otro se encontraba gozando de la “libertad asistida”, precisamente tras purgar una condena en la referida Cárcel de barrio Belgrano.
El accidente en cuestión se produjo alrededor de las 5 de la madrugada de aquel 24 de setiembre sobre la ruta provincial 2, a unos 1.000 metros de Noetinger, tras salirse de la carpeta asfáltica y colisionar contra una alcantarilla.
Cuando la Policía llegó al lugar del siniestro, encontró abandonado un Peugeot 206 de color negro, de tres puertas, sin las chapas patente ni documentación en su interior. Al verificarse su procedencia, se constató que pertenecía a Graciela del Valle Luque, una vecina de Pozo del Molle, a quien se lo habían sustraído horas antes.
Tras impactar contra la alcantarilla, los ocupantes del Peugeot huyeron del lugar a pie, pero fueron localizados unas 10 horas más tarde deambulando por las vías del ferrocarril, en una zona conocida como “monte El Abrojo”, a unos cinco kilómetros de Noetinger.
Ambos sujetos presentaban signos de estar golpeados, producto del violento impacto que les impidió continuar la marcha a bordo del 206. Asimismo, se les secuestraron dos teléfonos celulares en los cuales se detectó el envío de diferentes mensajes de texto.

Coincidencia

Cabe señalar que tras el asalto a la Distribuidora Yayana, los ladrones habían escapado en una camioneta Peugeot Partner de color blanco, sin patente, que fue localizada por la Policía a las 2.20 de la madrugada del mismo día 24, abandonada en la esquina de 17 de Agosto y Corrientes, en barrio San Martín de esta ciudad. Dicho utilitario había sido sustraído el martes en Pozo del Molle, la misma población donde fue robado el Peugeot 206 de Luque.

Las víctimas

Cabe recordar que al momento de cometer el asalto en barrio Industrial, los delincuentes redujeron a los propietarios de la firma, Carlos Eduardo Lazos, actualmente de 49 años; su socio Julio César Dequipe, de 47, y la hija de este último, Yanina, de 26.
Durante el audaz robo, uno de los maleantes golpeó en la cabeza a Lazos con la culata del arma que portaba, causándole lesiones leves.
Tiempo después, en el marco de la instrucción de la causa, las tres víctimas del hecho reconocieron tanto a Gamero como a Gómez en rueda de presos, circunstancia que los incriminó definitivamente.