|
|
|
|
|
|
|
El presidente de la SADE, Eduardo Belloccio, junto a sus antecesores Dolly Pagani, Richard Zandrino, Mario Moral, Antonio Giacardi y Luis Luján. El inicio de la ceremonia, con el repaso histórico a cargo de Puki Charras |
|
|
|
|
|
La filial Villa María de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) revivió los momentos señalados de su extensa trayectoria y presentó en sociedad un nuevo libro de un hijo de esta tierra, el secretario General de la entidad a nivel nacional, Ernesto “Chueco” Fernández Núñez.
Fue en el auditorio del Rectorado de la Universidad Nacional de Villa María, donde la entidad presidida por Eduardo Belloccio tuvo la feliz idea de reconocer a quienes lo antecedieron en el cargo. Fueron honrados al comienzo a través de un pormenorizado relato de Puki Charras, que comenzó por las actividades fundacionales de Rosa Tejeda Vázquez de Theaux y Dolly Pagani, hasta llegar a nuestros días. Pero luego, todos los que ocuparon el cargo mayor que siguen en vida, recibieron además una hermoso presente tallado en vidrio, en agradecimiento por el aporte realizado a la causa de las letras.
Así, subieron al escenario la misma Dolly, Richard Zandrino, Mario Moral, Antonio Giacardi y el mismo Belloccio.
A todos les agradeció su aporte el dirigente nacional de la SADE, Fernández Núñez, quien anticipó que en la inminente Asamblea de la institución “se abrirán las puertas definitivamente para todos los que escriben; para los que no tienen el dinero suficiente para publicar, para los que publican en blogs, porque con Alejandro Vaccaro (el presidente que no pudo estar presente en Villa María) creemos que es hora de socializar este espacio de los escritores”.
Anticipó además que “a partir de la reforma del Estatuto saldremos a cobrar los derechos de autor para todos los escritores, de la misma manera en que Sadaic los recauda para los músicos”.
Acto seguido, el maestro de ceremonias, Horacio Lucero, llamó a Belloccio, a Sergio Vaudagnotto y a Eduardo “Lalo” Rodríguez, para que acompañaran a Fernández Núñez en la presentación de su segunda obra (y la segunda que se presenta a nivel nacional en Villa María, después de La olla de los sordos, en 2005).
El tren de Las Playas
El tren de Las Playas es el título de la obra de Fernández Núñez que incluye 12 cuentos, uno de los cuales da origen al nombre del volumen. La presentación estuvo cargada de anécdotas (y fue “hemosa por lo desacartonada”, a decir de Dolly Pagani). Vaudagnotto buceó en la época en que el aire de la ciudad silbaba a través de la sirena de Baudino, la del Molino Fénix y también a través del pito del tren. Rodríguez dio una vuelta más a plaza Centenario para corretear junto al “Chueco” de toda la vida.
Lo cierto es que en el relato de Fernández Núñez el tren de un solo vagón parte de la estación en el centro de la ciudad y no regresa más. Se pierde con todos sus pasajeros. Y entonces van en busca del inglés que hizo la traza, quien acepta que el plano tenía un atajo, sí, pero que nunca llegó a construirse. En fin, un viaje de esos que en algún momento todos realizamos, sin ganas de regresar, hasta que llega el día reparador de la decisión por el reencuentro.
Y bien, fue una velada apacible, a la marcha del tren. Para colmo en la sala estaba uno de los conductores, por años, de la máquina del tren de Las Playas, Risieri Betiol, quien aportó su sentido testimonio.
Y por si fuera poco, el maquinista reveló que “la locomotora está acá, en Villa María, oxidándose en una vía muerta”. Inmediatamente el escritor dijo que todo lo que se recaudara esa noche por la venta del libro, iría a servir para la reparación de la locomotora.
Todos hicieron causa común y compartieron el pedido para que la máquina vuelva al centro de la Villa.
Otras notas de la seccion Locales
Olaviaga y Bedano en el racimo de opciones
Los comicios marcados por la presencia de Zannini y Cavagnero en las boletas
"Ya no es factible sostener la imagen de familia dominante"
Entusiasmo y aprendizaje: lo que dejó la Feria de Ciencias
"Cada vez más niños se involucran en la ciencia"
|