Prevenir el maltrato y promover el buen trato es una tarea que los jóvenes se pusieron al hombro, impulsados por las organizaciones que, por cuarto año consecutivo, llevan adelante la campaña “Un trato por el buen trato”.
Así como en el año 2010 el tema central fue la trata de personas, en esta oportunidad es la discapacidad.
Fue por eso que ayer, en la presentación oficial de la campaña, no se limitaron a explicar, sino a hacer vivenciar lo que siente un discapacitado.
Al ingreso del auditorio de la medioteca, los que asistieron fueron vendados para que pudieran sentir lo que le pasa a un no vidente en situaciones cotidianas como bajar una escalera.
Luego, la profesora de sordos Liliana Pagola, en medio de un silencio absoluto, explicó, en lenguaje de señas, el motivo de la campaña del buen trato. Allí, los presentes pudieron entender lo que siente un sordo cuando se habla sin que el discurso esté traducido al lenguaje de señas.
Cuando leyeron en voz alta el mensaje todos pudieron comprender el significado. “Vemos pocos discapacitados en los espacios públicos debido a las barreras que encuentran para integrarse”, por lo que propusieron que entre todos hagamos que se pongan en práctica políticas públicas para la inclusión.
Alexis Scarponi y Antonella Turletti hablaron de la campaña, que tiene dos instancias. La primera es la de capacitación con talleres sobre lo que significa el buen trato, los estilos de comunicación que hacen que naturalicemos el maltrato y la resolución no violenta de los conflictos.
La segunda parte es salir a “vacunar”, que consiste en entregar un caramelo que representa la ternura y el amor que requieren las relaciones armoniosas, a cambio del compromiso de “los vacunados” de tratar bien a las personas.
Se hicieron 72 talleres en los que se capacitaron 700 jóvenes de distintas escuelas e instituciones de la ciudad.
La campaña iniciada ayer concluirá el 7 de octubre con una marcha. En ese lapso, los chicos caminarán los barrios, el centro y la costanera vacunando a los vecinos.
Luego, los chicos presentes explicaron cómo ayudar a los discapacitados de la mejor manera.
Para cerrar el acto, la poeta de Alicia Perrig, narró una historia sobre “espanta y pájaro”, que habla sobre lo que se puede conseguir con la decisión y voluntad de un grupo.
Acto seguido, los chicos de diferentes escuelas salieron a pedir el compromiso de buen trato. El deseo es que todos lo cumplan.