Marañón I

Señor director:
Por medio de la presente quiero felicitar al personal médico, de Enfermería y demás servicios de la Clínica Marañón que se esmeraron en el cuidado y restablecimiento de mi salud, como así también de otros internados que pude observar.
A todos ellos hago extensivo mi eterno agradecimiento.
Sin más, pido a Dios que siga guiando las manos e iluminando la inteligencia del personal de dicha clínica para el mejoramiento de nuestra salud.
Los saludo a todos con sincero afecto.

Miguel Santos Gómez
DNI 7978077


Marañón II

Señor director:
Hoy me encuentro sin horizonte, sin saber qué puerta golpear, ya que todas se me cierran.
Todo empezó el día 28 de octubre de 2010 a las 19.15 cuando fui despedida de una prestigiosa clínica de esta ciudad, ubicada en Catamarca 1364.
A la hora antes mencionada me llamó a su oficina el secretario y muy “fríamente” me dijo que el Directorio había decidido mi despido.
¿Este “señor” no tuvo en cuenta que yo me encontraba bajo tratamiento psiquiátrico? ¡Pude haber reaccionado de la peor manera! Este señor también está en Relaciones Humanas. Sus fatídicas palabras todavía repercuten en mis oídos. Obvio que ningún miembro del Directorio dio la cara.
Resumiendo, el motivo de mi misterioso despido (tuve que esperar 24 horas para saberlo), en el muro de Facebook había un escrito con palabras impropias hacia la clínica. ¡Yo nunca escribí algo así!
El tema es que no me pagaron indemnización, mes de preaviso y horas extras. Indemnización de ocho años, porque trabajé dos “en negro” y lo niegan. ¿Dónde está el Ministerio de Trabajo? El delegado gremial de ATSA, ¿saben qué me dijo? ¡Que no podía hacer nada porque yo no estaba afiliada al gremio!
Cómo será que está armado, que en dos oportunidades, mientras yo estaba trabajando en Mesa de Entrada (en negro), vino una inspección del Ministerio y nos hicieron esconder en el lavadero.
Al Directorio de esta prestigiosa clínica le recuerdo que yo entré a trabajar el día 6 de setiembre de 2002 a las 20 horas. Recuerden también que trabajé embarazada, estando en negro, y por ende no cobré el prenatal. Pagué la internación en forma particular y, para mi desgracia, mi hija nació y tuvo que ser internada, también en forma particular, en otra clínica.
Hoy me encuentro sin trabajo. Dejé de tomar la medicación psiquiátrica porque no tengo dinero para comprarla, como a veces tampoco tengo para darle de comer a mi hija.
Trabajé seis años en la Mesa de Entrada de la Guardia y vi muchas cosas, un año en Admisión y uno en Consultorios Externos.
Quiero dejar en claro que este escrito va para el Directorio de la clínica, y no para la clínica en sí, porque tiene excelentes profesionales.

Rosa Gloria Mansilla
DNI 22738467