Con la organización de Sociedad Rural más el valorable apoyo profesional y logístico del INTA (Villa María), 14 operarios de tambo y trabajadores rurales finalizaron el curso de “Inseminación Artificial”, desarrollado en las mismas instalaciones de la entidad pozomollense tanto en sus componentes teóricos como prácticos.
El presidente del ente anfitrión Enner Bollati expresó su satisfacción (tanto en la entrega de certificados como ante el requerimiento periodístico), “donde productores, trabajadores y hasta alumnos de escuelas técnicas vinieron a perfeccionarse en este tema de la inseminación artificial, puesto que sin dudas fortalece el conocimiento propio y la posibilidad de avanzar en sus capacidades laborales dentro de la explotación láctea o en la misma profesión de tambero”.
Con respecto a la cantidad de participantes (14), el titular sostuvo que “es el número aconsejado para la iniciación de cada curso y permite especialmente en la parte práctica un trabajo más efectivo en contacto con animales y material de trabajo; superando esa cifra no se hace tan participativo”. Comunicó a los presentes la perspectiva de implementar otros procedimientos formativos similares, por especial pedido de los trabajadores lácteos “y respondiendo a las exigencias del momento”.

Las voces

Por su parte, Juan Szenga (presidente del Consejo Asesor del INTA Villa María) opinó “que estos cursos son positivos puesto que el productor agropecuario tiene que innovarse tanto en lo tecnológico como en lo laboral; por ello es necesario capacitar al operario para obtener mejores resultados en la actividad e incrementar los recursos que uno pueda tener para el trabajo”. Aclaró: “Esto sin referirme exclusivamente a inseminación, sino a otros rubros como tractoristas, maquinistas y demás; puesto que es lindo contar con herramientas nuevas en el campo pero también gente capacitada que las maneje.”
En el mismo acto fue elogiado el trabajo de Sergio Lesman (del INTA Villa María), del directivo ingeniero Sergio Dequino y de la comisión de dicho ente, que aportó profesional y logísticamente para el desarrollo del curso.
Omar Lombardi, uno de los instructores señaló “que con este curso la gente sale preparada para la actividad de inseminación artificial, en un trabajo integrado donde lo teórico se ve luego corroborado en la sección práctica con el uso del material de trabajo, percepción del animal en celo, entre otros contenidos de implicancia para la gestión del trabajador lácteo”. Destacó “el nivel de atención y asimilación de los participantes; toda gente joven muy interesada, algunos ya iniciados en la actividad de inseminación y otros por empezar, pero con muchas ganas y voluntad por superarse, actitud que también a nosotros nos estimula a evolucionar para nuestra función formativa”.
José Galichini (uno de los participantes del curso), se desempeña en un tambo sito en zona rural de Silvio Péllico y nos manifestó su complacencia “por el nivel del curso, por lo que aprendí que es mucho; creo que todos estos conocimientos nos ayudan a progresar en nuestro trabajo diario”.
Los cursantes. José Luis Pereyra, Walter Ambrosio, María Ester Tibaldi, Magdalena Gerbaldo, Maximiliano Larghi, Víctor Juanovich, Germán Cuadrado, Jesús Lenta, Claudio Cerutti, Héctor Arrieta, Juan Carlos Rodríguez, Exequiel Moreyra, Cristian Cena y José Galichini.