Todo comenzó bien temprano. “Es la primera vez que toco a la mañana”, dijo el creador de la murga Agarrate Catalina en alusión a la plaza de Villa del Libertador que lo recibió a las doce del mediodía y que fuera el comienzo de la fiesta del Festival de Teatro. A las 18 brindó el mismo show en San Vicente y a las 20, el cierre de lujo fue en el Mercado Norte.
Mientras los negocios bajaban las persianas, Los Dealado y Ckary Cay junto a los alumnos del seminario Jolie Libois, prepararon la fiesta para recibir al cantautor uruguayo y su banda. De tal manera, personajes salidos de cuentos y repartidores de folletos en zancos bailaban al ritmo que emanaba de los parlantes.
Pasadas las 20 subió a escena Tabaré Cardozo que, más allá de sus “tres toques” y la voz cansada, venía a asegurar la fiesta. Arrabales, tablados, orientales, la poesía murguera y la filosofía callejera anduvieron merodeando entre sus temas. “El murguero oriental” fue la primera canción de unas doce, que levantó a todos los que estaban presentes. Los que las conocían cantaban, mientras que los otros simplemente bailaban. El coreuta Emiliano Muñoz cantó “Poesía murguera” y logró lo que logran los temas de Tabaré: emoción y atención por parte del público para escuchar al tipo que mezcla rock, milonga y la murga oriental.
“El tipo de la radio”, el tema que lo hizo famoso y que utiliza Víctor Hugo como cortina en su programa y “Lo que el tiempo me enseñó” continuaron la lista que comprendía letras plagadas de humildad y reconocimiento por parte de Tabaré a personajes como “El pistola” ("un ángel guardián del barrio" o al chofer de la murga), en “El gitano”. “Niño payaso”, “El gorrión”, “Pa’ delante como un tren” y los “Drakulatecas” fueron los últimos temas de un show que siempre tuvo referencias al “Canario” Luna, el murguero por excelencia de Uruguay.

Juan José Coronell