Ante la naturalización de la violencia en la sociedad, Nora Landart y Graciela De Céliz (foto) buscaron una forma de promover la resolución pacífica de conflictos y el respeto por el otro, por lo que iniciaron en esta ciudad la campaña “Un trato por el buen trato”.
Justo el día del lanzamiento de la edición 2011 de la campaña, Claudia Rodríguez fue víctima de femicidio, en manos de su ex pareja, a metros de donde estaban los chicos promoviendo el buen trato. “Por supuesto que el impacto es muy fuerte, pero no tenemos que quedarnos en eso”, indicaron las mujeres que en marzo de este año organizaron una actividad para reflexionar sobre Género y Ciudadanía.
“Después del impacto tenemos que reflexionar, pasar por el pensamiento y de allí a la acción”, agregaron.
Plantearon que en Villa María las mujeres golpeadas no tienen un sitio a donde acudir para la contención inmediata.
“Me pueden decir que hay todas las políticas públicas que quieran, pero si cuando ves el presupuesto no hay un peso destinado a ese fin es porque no se está haciendo nada”, dijeron.
Landart es trabajadora social y De Celiz, comunicadora social. Ambas están en organizaciones no gubernamentales y, desde allí, les ha tocado acompañar a mujeres a hacer denuncias y buscar asistencia.
Por un lado, indicaron que el Centro de Asistencia a la Víctima de la Municipalidad “está desmantelado”. Relataron que conocen a una mamá que pidió ayuda para un niño que había sido abusado “y le dieron un turno para dentro de 30 días”.
“Cuando se trata de una mujer golpeada y le dan un turno después de varios días, pierde la decisión de denunciar porque evidentemente que no es fácil para una víctima decidirse a exponer su situación”, explicaron.
En otro ámbito institucional, como es la Policía, destacaron que con la Comisaría de la Mujer hubo avances pero todavía “no terminan de asumir la gravedad del problema”.
Entienden que es indispensable lograr contar con un albergue, como pidió Alicia Peresutti (Vínculos en Red) para víctimas de trata y de violencia extrema.
“Es muy difícil denunciar y después tener que volver a la casa del golpeador”, indicaron las profesionales.

El cambio

Ambas entienden que el cambio debe ser cultural. “Pensamos que tenemos que trabajar con los chicos desde el jardín de infantes con el buen trato”. Actualmente lo hacen con jóvenes.
“Y también vemos que hay mucha necesidad de seguir trabajando con jóvenes. Es el momento clave, en el que ellos y ellas construyen su identidad. Allí tenemos que repetirles incansablemente que las relaciones deben basarse en el amor, en la confianza y en el respeto”, concluyeron.