Escribe: Juan Manuel Gorno

Pocos equipos saben exhibir la jerarquía justa para torcer momentos críticos y ganar ante su gente. No es el caso de este Alumni.
El peor San Martín de Tucumán en años, vino a Plaza Ocampo y, con muy poco, le propinó al equipo villamariense otro impacto (2-1) a la mandíbula que lo dejó en la lona. De ahí en más, lo que se presagiaba: el primer fusible es el técnico.
Víctor Riggio, como todo el mundo fortinero, hubiese preferido otro final en la presentación de anoche, pero el equipo "remendado" que mandó a la cancha no pudo sepultar algunas ausencias notables (Renato Riggio y Diego Manicero, por ejemplo), hizo un gol de "chiripa" y perdió por culpa de otros goles poco comunes. Pero el fútbol es así. Cuando te ven mal...
Alumni puso el corazón, pero también el nerviosismo lógico por el momento que atraviesa, entonces lo que buscó con ganas lo dilapidó con apresuramiento.
Fue un equipo aguerrido, que intentó siempre y no bajó los brazos hasta que la realidad le demostró que la eficacia y la concentración juegan un papel preponderante en 90 minutos, y que no alcanza muchas veces con imponer sacrificio.
San Martín, en tanto, cambió su suerte: a los 7 minutos, un tiro de esquina que ejecutó cortito Gustavo Ibáñez derivó en Paulo Vergara. El defensor intentó un centro con tanta imprecisión que le salió tiro al arco; la pelota bajó rápida por el segundo palo y el arquero Sebastián Hernández quedó sorprendido. Fue gol.
Así, lo que parecía difícil para Alumni -que al minuto avisó con un cabezazo desviado de Fernando Brandán- resultó sencillo para el equipo tucumano.
Incluso, inmediatamente después Joaquín Lencinas cabeceó de frente al arco, pero la pelota llegó a las manos del portero Diego Pave.
La historia pudo cambiar a favor del equipo villamariense cuando, a los 12 minutos, la suerte estuvo de su lado y un tiro libre que provocó rebotes en el corazón del área tucumana, terminó con Lucas Gómez rematando casi desde el suelo, en posición incómoda, para meterla "de casualidad" y decretar el 1 a 1.
Sin embargo, dos minutos más tarde, Daniel Carrasco tomó el balón pasando la mitad de la cancha y, desde 35 metros (aproximadamente), sacó un balinazo impresionante que hizo inútil la volada de Hernández y puso nuevamente arriba en el marcador al visitante.
Hasta allí, los dos equipos podían jactarse de ofrecer emociones para el poco público presente en Plaza Ocampo. Igual Alumni tuvo que remarla de nuevo y salió decidido a ocupar el campo contrario para tener el monopolio de la pelota.
San Martín se ubicó de contragolpe y apeló a la jerarquía del "Ratón" Gustavo Ibáñez, quien estuvo a punto de embocar el tercero con un remate de zurda que reventó el travesaño.
Después otra vez Lencinas se lo perdió tras un tiro libre de Brandán y, más tarde, Gómez perdió en el duelo con el arquero Pave, que le tapó bien, abajo.
En ese lapso, el equipo visitante se quedó con un hombre menos porque se le fue la pierna a Patricio Rodríguez en un choque con López. Y sobre el final de la etapa, también vio la roja Sergio Zanabria, por doble amarilla.
Con diez jugadores los dos equipos, en el segundo tiempo fue Alumni quien tomó protagonismo ante un rival que, decidadamente, se abroqueló atrás para defender la mínima ventaja.
El problema es que la formación villamariense equivocó los caminos e invirtió los roles porque Brandán no fue enganche, jugó más retrasado y no tuvo laderos, mientras López se paraba más arriba y hasta Lencinas llegaba al fondo con pelota dominada, sin poder terminar las jugadas.
Sólo un remate de Diego Villagra, tras un mal despeje del arquero, sirvió para entusiasmar antes de los 20 minutos.
Riggio buscó las variantes en el banco, primero con el regreso de Matías Bollatti y después con Juan Aimar y Esteban Rivas.
El propio Rivas estuvo muy cerca con una mediavuelta y luego el "Zapallito", de cabeza, no pudo con los reflejos de Pave.
San Martín, muy lejos de Hernández, se atrincheró con uñas y dientes, entonado por las coberturas del capitán, Emanuel Loeschbor, quien se convirtió en el amo y señor de la defensa.
Alumni tocó y tocó sin trascendencia frente a la muralla tucumana, como buscando los espacios que casi nunca encontró. Y esa búsqueda se tornó más complicada cuando el partido se despedía y el nerviosismo se apoderaba de todos. En fin, el equipo careció de jerarquía y, aunque es muy cierto que San Martín se llevó mucho premio, lo sucedido anoche no es diferente a tantos partidos que no supo ganar Alumni.
Por eso, el "Santo" se llevó la gloria esperada, mientras su abatido volvió a conocer las puertas del infierno.

El árbitro
Carlos Boxler no supo acelerar el juego y tuvo algunos errores conceptuales, como no tener en cuenta la "ley de ventaja". Terminó bien el partido, pero pareció complicarse en el primer tiempo.

La figura
El central Emanuel Loeschbor hizo casi todo bien. Además de capitán, fue el cacique del fondo tucumano y cortó en los momentos justos. Salvó in extremis y muchas veces en zonas de definición de Alumni.

Alumni 1
Hernández 4
Lencinas 5
Zanabria 5
Díaz 5
Yocca 6
J. Villagra 6
D. Villagra 5
López 5
Brandán 5
Gómez 5
Depetris 4
DT: Víctor Riggio

San Martín 2
Pave 6
Triviño 5
Loeschbor 8
Amaya 6
Vergara 6
Hoyos 5
Brun 6
Carrasco 6
P. Rodríguez 4
G. Ibáñez 6
G. Rodríguez 4
DT: Pedro Monzón
Goles: 7' PT Vergara (SM), 12' PT Gómez (A) y 14' ST Carrasco (SM).
Cambios: 10' ST A. Ibáñez (5) x G. Ibáñez (SM), 15' ST Bollatti (5) x Brandán (A), 18' ST Rivas x Fe. Depetris (A), 27' ST Aimar x López (A), 32' ST Scolari x Vergara (SM) y 45' ST García x Hoyos (SM).
Amonestados: Lencinas, D. Villagra, Zanabria y Gómez (A); Loeschbor, Hoyos y G. Ibáñez (SM).
Expulsados: 31' PT P. Rodríguez (SM) y 46' ST Zanabria (A).
Jugado en: Plaza Ocampo.
Arbitro: Carlos Boxler (Casilda).
Público: 900 personas, aproximadamente.