El titular de la delegación de la Asociación Bancaria de Villa María, Luis Juárez, informó que “una de las mayores preocupaciones que compartimos en la reunión es la referida al aumento de las enfermedades psíquicas entre nuestros compañeros de la distintas entidades”.
Juárez habló con EL DIARIO al término del cónclave que reunió en esta ciudad a los dirigentes locales con los representantes de las seccionales de Córdoba, Río Cuarto, San Francisco y Marcos Juárez.
“Lo que sucede -explicó el sindicalista local- es que se le asigna a los empleados más trabajo, más responsabilidad y se sobrepasan los límites, causando inicialmente altos grados de estrés.”
Juárez expresó que, además, hay otros temas vinculados a las condiciones de trabajo que merecen ser atendidas “con urgencia”, como quedó en evidencia en Bell Ville, donde se realizó un paro de 48 horas porque se taponaron todos los desagües con excrementos de palomas y roedores.
“Ayer fue el subgerente de recursos humanos, Rubén Ateca, y prometió dar soluciones inmediatas. Y no lo puede hacer de otra manera, puesto que un informe de Sanidad de la misma Municipalidad, indica que no están dadas las condiciones para que se pueda trabajar en esas dependencias”, agregó el dirigente.
En otro pasaje de su charla con este matutino, Juárez dijo que no quedaron fuera del debate el tema del “correcto pago de las horas extras” y “las extensiones de mostrador como las que en nuestra región se realizan en Alto Alegre y Tío Pujio”.

Jubilaciones anticipadas

El titular de la AB villamariense aseguró que “los recargos de tareas en el Banco de Córdoba se dan porque está faltando personal en todas las sucursales, y encima ahora sacan nuevas jubilaciones anticipadas, con lo que en toda la provincia están en condiciones de retirarse 160 trabajadores”.
“Entonces el ritmo se hará todavía más insostenible, crecerá el descontento de la gente y sobrevendrán más problemas médicos”, aseguró.
Juárez también advirtió que además “levantamos la guardia porque en el Banco de Córdoba existe una intención de desvirtuar el Convenio 18/75, transformando las vacaciones en días corridos en lugar de hábiles, con lo que le recortan hasta diez días a los trabajadores con más antigüedad y cinco a los de menos antigüedad”.