Arreglos de las aulas, picnic, intertribus y otras actividades coronaron el mes de la vida, setiembre, en el nivel secundario del Instituto Inmaculada Concepción.
La intertribus es un concurso de barras. Hubo dos tribus, roja y azul y presentaron su canción, bandera y vestimenta.
Esto es lo más actual del tradicional colegio que conduce María del Carmen Giusti, quien comentó que encadenada a un foro efectuado el año pasado sobre la identidad de la ciudad, en 2011 se profundizó la idea con el proyecto de fotografiar "nuestra historia". Así, se ha distribuido la investigación de acuerdo a diversos lugares estratégicos de la ciudad.
"Al alumnado les interesa la historia, se evidencia que se enganchan bastante. El año pasado tuvimos la visita de muchos disertantes, como historiadores o profesores gracias al vicepresidente de la Junta de Historia que era un alumno de sexto año, que hoy sigue participando", Nahuel Díaz.
A los estudiantes los atrapan puntos históricos como el cementerio, las plazas o algunas esquinas con ciertas características.
Otra temática a abordar durante el presente ciclo lectivo, es la del cuidado del medio ambiente. Por eso, la gala prevista para el próximo 28 de noviembre tocará el asunto, con la actuación de todos los cursos, desde el jardín.
"Este es un colegio franciscano (por el padre de la ecología) por eso la preocupación por el medio ambiente está en nuestro ser. En los últimos años ha habido una gran toma de conciencia", resaltó la docente.
Otra de las cuestiones que ha ocupado y preocupado al alumnado es la de la seguridad vial, más aún con los últimos sucesos acaecidos en la zona, en los que perdieron la vida varios jóvenes.
"Tenemos un proyecto de hace años, que se trabaja en primer año. Ahora quinto año desde la bioética, con el padre Gustavo, es el que más desarrolla la cuestión. Los alumnos demandan mucho compromiso, explicaciones y hacen sentir que están junto al docente", manifestó.
"Puedo observar que quizás no hacen tanto caso en la materia que uno dicta, pero cuando se tocan otros temas están atentos; a veces los adultos cometemos el error de creer que no prestan atención", confió.
También, señaló que se preocupan por las salidas de ellos y de sus pares a los boliches y por el transporte de los villanovenses hacia el Campus de la Universidad Nacional de Villa María.
La vida en la naturaleza es otra clave, con un campamento rústico en las sierras realizado hace poco.
Giusti valoró las inquietudes y propuestas que nacen del estudiantado, compuesto por 250 alumnos en su Nivel Medio.