Uno de los villamarienses que “la pegó” por estos días en Nueva Zelanda es el joven Corradino Anselmi, quien pidió licencia en el hotel donde trabaja mientras dure el Mundial de Rugby, para montar un comedor-parrilla ambulante, El sizzling chorizzo (algo así como El chorizzo fulminante), con el que sigue a Los Pumas.
El lugar es el preferido de los hinchas y de los periodistas argentinos y latinoamericanos, según lo refleja un reportaje que le realizó la publicación deportiva 442.
En la nota explica junto a sus socios Nicolás, de Esquel, y Celeste, de Olivos, lo bien que les va. En realidad, luego del certamen ecuménico va a retomar su trabajo, pero dejándose el tiempo suficiente para seguir con este emprendimiento. El sizzling le permite al villamariense Corradino despuntar el vicio, porque es amante del asado y, a juzgar por los comentarios, le sale “excelente”.
Pero no es la única presencia “nuestra”. Así como días atrás anduvo por Nueva Zelanda el “Verde” Juan Pigni siguiendo a Los Pumas, ahora detectamos que los sigue también el “Tricolor” Aldo Paredes, decano de Sociales de la Universidad Nacional, quien seguro que pidió licencia sin goce de sueldo para viajar.
Como siempre se dice, “rugby, pasión de multitudes”.

LAS FOTOGRAFIAS

1) El decano de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Villa María, Aldo Paredes, en la puerta del Heritage Hotel de Auckland, con el "Corcho" Fernández Lobbe, uno de los símbolos del equipo argentino, que a pesar de la lesión que lo dejó fuera de competencia se quedó para alentar el grupo

2) El villamariense junto a la parrilla. Asar es lo suyo

3) El inconfundible cartel que propone el asado argentino en pleno Auckland

4) Junto a estas líneas, el villamariense Corradino Anselmi (cuchillo en mano), con sus socios Nicolás, de Esquel, y Celeste, de Olivos