Un rosario de dificultades acorralan a media docena de familias que viven en la cuadra del 500 de calle Santa Cruz, en Villa Nueva.
El desencadenante de la queja colectiva ante EL DIARIO fue la paralizada obra de cordón cuneta, que impide el acceso de los vehículos a sus respectivos garajes.
Según dijeron ayer a nuestro cronista, la obra comenzó hace tres semanas y quedó detenida presuntamente por falta de fondos. La promesa municipal era de que "en uno o dos días" el cordón estaría en condiciones de ser transitado, pero lo cierto es que ya hace semanas que los vehículos duermen en la vía pública, expuestos no sólo a delitos, sino a los efectos climáticos.
Uno de los frentistas improvisó un puente para cruzar la zanja abierta, pero con la dificultad adicional de que entre la vereda y la calle hay más de medio metro de diferencia de altura.
Las últimas lluvias no hicieron más que complicar el movimiento de automóviles.
Pero allí no se agota la lista de problemas de la cuadra, ubicada exactamente a la altura del tanque de la Cooperativa de Agua Potable de la ciudad, en barrio Residencial América.
No poseen televisión por cable, a pesar de que la red llega a la esquina, ni tampoco gas natural, pese a que también la cañería está muy cerca. El pavimento, a media cuadra.
En el final de la calle, que da al río, un vecino ha tendido alambrado hasta la vera del Ctalamochita, adueñándose del espacio público que establece la ley. Y como si esto fuera poco, en el mismo final de la calle desagua un grueso caño que trae efluentes pluviales de varios barrios, que en verano forman una laguna que reúne a una consabida fauna de insectos y alimañas varias.