Por sí solo, el dolor abdominal no indica alguna complicación grave. Llevar un bebé en el vientre presiona los músculos, ligamentos y venas, además de otros órganos de tu cuerpo.
Por lo general, las molestias se alivian al descansar o cambiar de posición. No obstante, si el dolor de estómago es intenso o es acompañado de otros síntomas puede tratarse de algo grave.
Complicaciones menores
Gases e hinchazón: durante el embarazo, las mujeres son más propensas a los gases e hinchazón porque la presencia de hormonas hace más lenta la digestión; así como el estómago se ve presionado por el útero en crecimiento.
Estreñimiento: esta es otra razón común ya que también sus causas son hormonales. Cuando sufres estreñimiento se hace más lento el paso de la comida a través del sistema digestivo; asimismo el útero presiona el recto.
Dolor en los ligamentos redondos: este dolor puede ser corto, fuerte y punzante o continuo y sordo, localizado en uno o ambos lados del bajo vientre o en la parte inferior de la ingle. Generalmente comienza en el segundo trimestre, cuando los ligamentos que sostienen el útero en la pelvis se estiran y engrosan para contener y sostener el tamaño aumentado de éste. Los cambios de posición pueden causar una punzada corta (cuando te levantas, toses, te das vuelta en la cama, etcétera). También puedes sentir un dolor sordo después de un día con mucha actividad física. Si no se te pasa con el descanso, acude al médico.
Contracciones de Braxton-Hicks: después de la mitad del embarazo, puedes empezar a sentir contracciones ocasionales en el útero, llamadas Braxton-Hicks. Antes de la semana 37, deberían ser poco frecuentes, irregulares y sin dolor. Por lo tanto, si te duelen, sobre todo en la parte inferior de la espalda, si son muy seguidas, (más de cuatro por hora), si se producen a intervalos regulares o si tienes algún otro síntoma de parto prematuro, acude a urgencias.
Complicaciones mayores
Embarazo extrauterino (ectópico): ocurre cuando un óvulo fecundado se implanta fuera del útero, como en una trompa de Falopio. Los síntomas aparecen alrededor de la sexta o séptima semana luego de la fecundación, aunque pueden manifestarse ya a las cuatro semanas, sin que sepas que estás embarazada. Si no se trata, puede romper la trompa y ser incluso mortal. Si sientes molestias o dolores al palpar el abdomen o la pelvis, tienes hemorragias vaginales (de color rojo o marrón, abundantes o escasas, continuas o intermitentes), si el dolor empeora cuando haces ejercicio o vas al baño o toses, o te duele la punta del hombro, entras en estado de shock, te mareas o vomitas, debes ir al médico de inmediato.
Aborto espontáneo: se trata de la pérdida del embarazo antes de la semana 20. El primer síntoma suele ser la hemorragia vaginal, seguidas de dolor abdominal (horas o días después). Esta puede ser leve o intensa, con un dolor parecido a un retortijón o que puede persistir, ser leve o agudo y asemejarse a un dolor en la parte baja de la espalda o a una presión en la pelvis.
Parto prematuro: se presenta cuando experimentas contracciones que dilatan el cuello uterino antes de la semana 37. Los síntomas son:
Aumento del flujo vaginal o un cambio en el tipo de flujo (acuoso, mucoso o sanguinolento, de color rosado o con hilos de sangre).Hemorragia vaginal. Dolor de estómago: parecido a los menstruales o más de cuatro contracciones en una hora (aunque no duelan).Presión en la zona pélvica. Dolor en la parte baja de la espalda (sobre todo si nunca los has tenido).
Desprendimiento de placenta: es una complicación grave en la que la placenta se separa del útero, en forma parcial o total antes del nacimiento. Los síntomas son diversos, ya que pueden incluir hemorragia repentina y notoria o una ligera o nada al principio. También puedes tener un líquido sanguinolento, en caso de que se te rompa la fuente. Además, puedes tener dolor al palpar el útero, dolor de espalda o contracciones frecuentes o una sensación de calambre o una contracción que no disminuye. Otro síntoma es una disminución en la actividad del bebé.
Preeclampsia: es un desorden complejo del embarazo, en el que se producen cambios en los vasos sanguíneos y se comprometen varios órganos, como el hígado, los riñones, el cerebro y la placenta. El principal síntoma es la hipertensión arterial y proteína en la orina después de la semana 20 de embarazo. Otros síntomas son hinchazón en la cara o alrededor de los ojos, así como en manos, pies y tobillos (retención de líquido). Si la preeclampsia es grave, puedes sentir fuertes molestias o un dolor intenso al palpar la parte superior del abdomen, dolores fuertes de cabeza, trastornos en la vista, náuseas y vómitos.
Infecciones urinarias: como la infección renal o pielonefritis. Los síntomas incluyen dolores, molestias o ardor al orinar; molestias pélvicas o dolor en el bajo vientre; ganas frecuentes o incontrolables de orinar (aunque hayas ido recién al baño), orina turbia, con olor desagradable o con sangre.
Los síntomas de que la infección se propagó a los riñones y es grave son: fiebre alta con temblores, escalofríos o sudor, dolor en la parte inferior de la espalda o justo por debajo de las costillas, en uno o ambos lados, náuseas y vómitos, y pus o sangre en la orina.
“Las causas más frecuentes de interrupción del embarazo asociadas a algún cuadro que se acompañe de dolor abdominal son la preeclampsia y eclampsia, las hemorragias asociadas a desprendimiento prematuro de la placenta, la placenta previa, trabajo de parto prematuro con feto en presentación de nalgas y en la inminencia de rotura uterina, entre otras.”
Otras causas
Existen muchas otras causas del dolor de estómago, como virus estomacal, intoxicación por alimentos, apendicitis, cálculos renales, hepatitis, colecistopatía (afección de la vesícula), pancreatitis y obstrucción intestinal. Tanto la colecistopatía como la pancreatitis se producen a menudo como consecuencia de cálculos biliares, los que son más comunes en embarazadas. La presión que ejerce el útero sobre los tejidos intestinales previamente cicatrizados puede causar una obstrucción (lo que puede ocurrir en el tercer trimestre).
“No está comprobado que el dolor materno afecte al feto en gestación, pero si se sabe que algunas de las patologías mencionadas, asociadas a dolores abdominales, pueden producir contracciones prematuras y así indirectamente afectar al bebé.”
¿Cuándo llamar al doctor?
En caso de que tu dolor se acompañe de hemorragia leve o intensa, fiebre, escalofríos, flujo vaginal, desmayos, molestias al orinar o náuseas y vómitos; así como un dolor que no se calma con nada.
Patricia Rodríguez de Vodanovic,
Lic. en Educación Física,
Lic. en Kinesiología y Fisioterapia
MP 5215
rodriguezpatriciac@
hotmail.com
Otras notas de la seccion Tiempo de salud
Diez preguntas acerca de cirugía de aumento de mamas
"Amamantar y trabajar ¡logremos que sea posible!"
Más del 60% de los argentinos padece de reflujo gastroesofágico
Jornadas de Salud Mental
Aumentan casos de verrugas genitales causadas por el virus del papiloma
|